“Debemos invertir en Energías Renovables, en lugar de alargar la vida de los combustibles fósiles. Es el momento de alejarse rápidamente de los combustibles contaminantes a favor de nuestra salud y para la sociedad”

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De acuerdo con una herramienta desarrollada por la Organización No Gubernamental global a través de su oficina del Sureste Asiático de Greenpeace e IQAir AirVisual, se revela el impacto de la contaminación del aire en 28 ciudades de todo el mundo desde el pasado 1 de enero de 2020. [1]

En el caso de la Ciudad de México, la contaminación del aire se vinculó a un aproximado de 11 mil muertes prematuras y a un costo de aproximadamente 5.5 mil millones de dólares al 30 de junio de 2020, colocando a la capital mexicana en el quinto sitio de las ciudades más contaminadas dentro de las 28 urbes incluidas en la herramienta señalada.

Carlos Samayoa especialista de Ciudades Sustentables en Greenpeace México: “Las cifras evidencian que el trabajo para mejorar la calidad del aire en la ciudad debe fortalecerse para aminorar las emisiones en sectores industriales y del transporte mediante una mayor inversión pública y regulaciones más estrictas. La Ciudad de México representa un reto muy grande si se considera que se trata de una zona metropolitana que requiere un nivel de coordinación y cooperación muy fuerte entre las autoridades de las entidades que la integran, la cual hasta el momento ha sido muy baja, imposibilitando así avanzar de manera más ágil en la solución de este problema”.

Avinash Chanchal, activista por el clima en Greenpeace India: “A medida que los gobiernos buscan reconstruir sus economías, hoy es más importante que nunca que las inversiones se dirijan hacia una industria ecológica y sostenible. En lugar de alargar la vida de la industria de los combustibles fósiles, debemos invertir en fuentes de Energías Renovables como la eólica y la solar, que son mucho más viables económicamente a largo plazo. Es ahora el momento de alejarse rápidamente de los combustibles fósiles contaminantes, para nuestra salud y para la sociedad”.

De las 28 ciudades estudiadas, la ciudad de Delhi en la India, experimentó la tasa de mortalidad per cápita más alta debido a la contaminación del aire en los últimos 12 meses. El contador revela que la contaminación del aire tuvo un costo importante en la economía de la ciudad, resultando en aproximadamente 3.5 mil millones de dólares en los últimos seis meses, o el equivalente al 5.8 por ciento del Producto Interno Bruto.

Hay pruebas sólidas de que la exposición a la contaminación del aire a largo plazo aumenta el riesgo de infecciones graves y muerte por COVID-19. [2] La exposición crónica a la contaminación del aire se asocia con enfermedades como la hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades pulmonares crónicas. Los pacientes con estas afecciones tienen un mayor riesgo de hospitalización con COVID-19. [3]

Ciudades como Manila, Beijing y muchas otras de Europa, vieron una mejora temporal en la calidad del aire debido a la reducción de la actividad humana durante las restricciones de cuarentena. Sin embargo, como resultado de la continua dependencia de los combustibles fósiles, estas ganancias se invirtieron a medida que disminuyeron los bloqueos. En otras ciudades, incluida Yakarta, la calidad general del aire no mejoró durante el período de cierre, destacando la necesidad urgente de un cambio más fundamental hacia las Energías Renovables y el transporte limpio para mejorar la calidad del aire a largo plazo.

A medida que los gobiernos buscan emitir rescates y estimular la economía durante la pandemia, Greenpeace insta a que inviertan en Energías Renovables y transporte limpio.

Minwoo Son, activista mundial de la contaminación del aire de Greenpeace en el sureste de Asia: “Cuando se trata de la contaminación del aire, no podemos permitirnos un retorno a la normalidad. El impacto devastador en la salud de la quema de combustibles fósiles debería ser un llamado de atención para los líderes de todo el mundo.

Los gobiernos deben garantizar que los rescates financieros y los paquetes económicos de recuperación de COVID-19 se dirijan a la industria sostenible y al transporte público impulsado por energía limpia, y no a contaminar el carbón y el petróleo”.

Notas:

[1] El contador Greenpeace / IQAir AirVisual aplica un algoritmo a los datos de calidad del aire a nivel del suelo para calcular el costo proyectado de la contaminación del aire por PM2.5 y NO2 en ciudades de todo el mundo desde el 1 de enero de 2020. El contador utiliza los datos en tiempo real de la calidad del aire de la base de datos de IQAir AirVisual, combinada con modelos científicos de riesgo, así como datos de población y salud. Las estimaciones de mortalidad y costos se basan en el impacto total atribuible a PM2.5 y NO2 durante los 365 días anteriores, distribuidos día a día de acuerdo con los niveles diarios de contaminantes registrados.

La inclusión de NO2 depende de la disponibilidad de datos.

El contador se basa en la metodología del informe de Greenpeace y el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) “Aire tóxico: el precio de los combustibles fósiles”, que compiló los últimos resultados científicos sobre las relaciones de exposición-respuesta entre la contaminación del aire y la salud resultados, así como los costos económicos de las condiciones de salud que estaban relacionadas con la contaminación del aire en la literatura científica.

La metodología utilizada para el contador fue desarrollada por CREA. Más detalles están disponibles aquí.

[2] Wu 2020.

[3] Garg y otros 2020, Yang y otros 2020.

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