Opciones de almacenamiento de energía para industria y comercio

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En México el tema de almacenamiento de energía está en un punto de arranque en más de un sentido: tecnológico, regulatorio, de acceso y disponibilidad, circunstancia última que habrá detonar una nueva faceta dentro de las Energías Renovables y muy en particular en la generación de energía vía el factor fotovoltaico; quien logré colocar en el mercado las diversas tecnologías para almacenamiento habrá de dar un nuevo paso para colocarse a la vanguardia.

Varias son las firmas en el mercado nacional que se encuentran en esta posición, una de ellas es una empresa mexicana liderada por jóvenes profesionales en el sector: Enlight, entidad productiva que ha concentrado sus “baterías” (más allá del estricto significado de la palabra) en el esquema de la Generación Distribuida, modelo tecnológicamente ideal para el almacenamiento.

En esta ocasión, Pv-magazine México, presenta una colaboración de interés para nuestros lectores, un texto que nos arroja luces para conocer y entender esta tecnología, tal y como ha ocurrido en anteriores aportaciones que hemos tenido la oportunidad de conocer a través de sus propuestas editoriales.

Hoy es Juan Pablo Robert, licenciado en Comunicaciones por la Universidad Iberoamericana, quien lidera el equipo de Marketing, Comunicación y Cuidado al Cliente.

Juan Pablo Robert, Marketing, Comunicación y Cuidado al Cliente de Enlight

En los últimos años, México ha visto un crecimiento en el mercado de energía limpia en el país, lo cual ha provocado la adopción de nuevas tecnologías, pero también nuevos retos. Las energías limpias se caracterizan por venir de fuentes renovables como el sol y/o el aire. Este tipo de generación eléctrica, además de sus grandes beneficios, abre la puerta a nuevas oportunidades.

Una de esas grandes oportunidades es el almacenamiento de energía con baterías, una tecnología que comienza a tomar fuerza como un aliado íntimo a las Energías Renovables en México.

Existen diferentes formas de almacenar energía. Se puede usar agua, calor y componentes químicos, por mencionar algunos. El agua es un recurso que permite almacenar energía, dado que podemos tener una presa con agua lista para pasar por turbinas en el momento que exista una demanda. El almacenamiento térmico permite guardar calor en elementos como la sal, que puede sostener altas temperaturas para después usar este calor y generar vapor que hace girar unas turbinas. Por último, existe el almacenamiento químico, conocido en forma de baterías.

Los sistemas de almacenamiento químico de energía se forman por una o varias baterías con celdas de cierto elemento químico como el litio, sodio o plomo. Para almacenar la energía se necesita romper el enlace entre los iones del componente (litio, por ejemplo) y sus electrones. Al hacerlo, se genera un flujo de electrones que permite la generación de energía eléctrica y los iones se reincorporan a su estructura, dejando la batería descargada.

El almacenamiento de energía puede proveer diferentes servicios a distintos perfiles. Los principales usuarios en los proyectos de almacenamiento de energía con baterías que ya existen en diferentes países son el consumidor residencial, el consumidor comercial/industrial y la red. Dependiendo de la situación regulatoria y características de la red, existen proyectos para ciertos usuarios que hacen más sentido económico que otros.

En el caso de México, el sector comercial e industrial es el que más beneficios puede obtener con un sistema de almacenamiento de energía con baterías hoy en día. Algunos de los beneficios para este sector son:

Arbitraje de energía: La batería permite descargar y abastecer energía en los horarios en los que las tarifas de consumo son más caras. Para esto se puede cargar la batería previamente en horarios en los que las tarifas son más bajas o durante el día con un sistema solar. Funciona para usuarios de la red con tarifas horarias como la GDMTH.

Reducción de picos de demanda: La batería permite controlar y reducir los picos de energía para tener una curva de consumos más estable y evitar cargos adicionales por los picos en horas de arranque o de alta producción.

Respaldo: La batería tiene la capacidad de funcionar como un respaldo de la red para proveer energía en caso de que hubiera un apagón o intermitencia. A diferencia de las plantas de emergencia actuales que funcionan con diésel, el sistema de almacenamiento con baterías tiene una capacidad de respuesta inmediata que permite que no se perjudiquen los equipos delicados en estos parpadeos o apagones de la red.

Para estas soluciones, el sistema de almacenamiento de energía requiere, además de las baterías, un controlador capaz de identificar los escenarios previamente programados para indicarle a las baterías qué hacer y cuándo deben entrar en funcionamiento.

El almacenamiento de energía puede traducirse en ahorros para el consumidor y a su vez, con un sistema solar fotovoltaico, promueve el consumo local, con energía más limpia y económica. Es el complemento que las energías renovables -como la fotovoltaica y la eólica- requieren para mitigar su intermitencia cuando es de noche o no hay viento.

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