7 recomendaciones para reimpulsar las Energías Renovables bajo el esquema a Gran Escala en México

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El Grupo de Inversionistas y Empresas de la Coalición para la Acción de IRENA, que reúne a los principales actores de las Energías Renovable del mundo, confirma su visión de un gran potencial para las inversiones en México, y tras esta ratificación, plantea un grupo de recomendaciones para reactivar la industria a Gran Escala en México.

Estas son las siete líneas de acción que sugiere IRENA, y para ello el grupo internacional ratifica su compromiso: “El Grupo de inversores y empresas de la Coalición para la Acción está dispuesto a apoyar y facilitar dicho diálogo en México.”

Las siguientes son las posturas de IRENA y sus siete puntos que pone a la consideración de todos los actores involucrados en el mercado de las Energías Renovables en México.

GIZ

Con uno de los potenciales de energía renovable más prometedores del mundo, México ha sido un actor líder en la Transición Energética durante la última década. Tras la Reforma Energética de 2013 y la adopción de un marco legal y regulatorio en apoyo de las Energías Renovables, el sector hoy se erige como una fuente sustancial de inversión y un importante generador de beneficios socioeconómicos, incluida la creación de empleo local.

En 2015, la Ley de Transición Energética estableció un objetivo ambicioso para que el 35 por ciento del consumo de electricidad sea abastecido por energía limpia para el 2024, recordando que tan sólo en 2017, el 9.5 por ciento del consumo de electricidad provenía de fuentes de energía renovable.

El sector eléctrico en México sigue estando fuertemente inclinado hacia los combustibles fósiles, representando más del 70 por ciento de la capacidad instalada total en 2019 y dependiendo, entre otras fuentes, de las importaciones de gas natural.

Con condiciones de mercado favorables, el país podría seguir atrayendo inversiones sustanciales para proyectos de Energías Renovables, como se demostró a través de los resultados de tres subastas de energía limpia que tuvieron lugar entre 2015 y 2017.

Estas subastas atrajeron más de ocho mil millones de dólares en inversiones y contrataron más de 7,4 gigavatios de proyectos principalmente vía tecnología fotovoltaica y eólica. Además, el país ha finalizado muchos acuerdos de abastecimiento corporativo. Sin embargo, los recientes cambios de política y la incertidumbre que han generado cambiarán el curso energético del país.

A fines de 2018, el gobierno canceló la cuarta subasta de energía limpia a largo plazo, junto con las licitaciones de dos líneas de transmisión.

En 2019 también canceló las subastas de derechos de transmisión, capacidad y de mediano plazo, y se modificaron los lineamientos para la emisión de Certificados de Energía Limpia para apoyar la nueva capacidad de energía renovable. Además, la agencia reguladora de energía, la CRE, anunció una revisión de los acuerdos de compra de energía (PPA) existentes adjudicados en las tres primeras subastas.

Durante los meses de abril y mayo de 2020, México emitió nuevas reglas relacionadas con la gestión de la red de transmisión, lo que resultó en la interrupción de todas las pruebas preoperatorias para proyectos de generación de electricidad variable y, en cambio, otorgó acceso preferencial a la red para la generación de electricidad convencional. Además, anunció un aumento en las tarifas que multiplicaría el monto que pagan las instalaciones de generación de energía limpia en cargos de transporte y distribución, lo que también afecta los proyectos que ya están en operación.

A pesar de que algunos de estos cambios de política han sido revisados / suspendidos luego de demandas y fuertes reacciones tanto de la industria como de la sociedad civil, han generado grandes incertidumbres para los proyectos de Energías Renovables existentes y planificados en el país, lo que ha llevado a una disminución de las inversiones en el sector de las energías renovables, incluso de inversionistas extranjeros.

El mercado de PPA corporativos también se ha agotado debido a la incertidumbre política. Con su historial de desarrollo de un sector de energía renovable que inició desde cero, México tiene el potencial de desbloquear importantes beneficios socioeconómicos y lograr un mayor grado de independencia energética si se restablece la certeza de las políticas en el país.

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estima que una transición a una economía basada en Energías Renovables generaría impactos positivos en términos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), creación de empleo y ganancias de bienestar, tanto a corto como a largo plazo.

El Grupo de Inversiones y Empresas de la Coalición para la Acción de IRENA, que reúne a los principales actores de las Energías Renovable, continúa con su visión de un gran potencial para las inversiones en México. El grupo representa una cartera considerable de activos de energía renovable en todo el mundo y planea contribuir aún más con las inversiones adicionales sustanciales necesarias para una recuperación económica verde posterior al COVID-19 y como una forma de alcanzar los objetivos climáticos globales.

Desde el punto de vista de la industria y con base en su participación en México, el Grupo de Negocios e Inversores ha reunido las siguientes recomendaciones clave que el gobierno puede considerar para alcanzar una mayor proporción de Energías Renovables:

1. Incorporación de los impactos socioeconómicos en la planificación y política energética nacional

A raíz de Covid-19, es más importante que nunca determinar los impactos socioeconómicos de cualquier política e inversión planificadas.

A través de una transición continua a un sistema energético basado en Energías Renovables, México puede fomentar una recuperación económica rápida, resiliente y justa. Si bien los efectos positivos sobre la economía se harían evidentes en los primeros años de inversión, aumentarían significativamente con el tiempo.

Bajo el Escenario de Energía Transformadora de IRENA, el PIB de México podría crecer en un promedio de 1.1 por ciento por año desde ahora hasta 2030 y en un promedio de 6.3 por ciento por año desde 2030 hasta 2050, en comparación con el Escenario de Energía Planificada.

Más importante aún, sería la creación de una gran cantidad de puestos de trabajo relacionados con la Transición Energética, superando en número a las fuentes de trabajo perdidos en el sector de los combustibles fósiles.

Según IRENA, los puestos de trabajo en renovables llegarían a 0,34 millones en 2030 y 0,47 millones en 2050. Si se suman también los puestos de trabajo en Eficiencia Energética y flexibilidad de sistemas, las cifras ascenderían a 1,78 millones en 2030 y 1,85 millones en 2050.

Paneles solares. Guanajuato.

Imagen de Erik Meza

2. Priorizar la competitividad de costos y la resiliencia en el sistema energético

El costo de las tecnologías en Energías Renovables se ha reducido drásticamente en los últimos diez años. La energía renovable es ahora más rentable que cualquier otra fuente de energía.

Durante la crisis de la Covid-19, la resiliencia de las Energías Renovables comparada a la energía convencional se ha vuelto más evidente que nunca.

En 2017, México logró el precio promedio más bajo del mundo para la energía eólica en una de sus subastas, lo que demuestra que el país tiene el potencial para construir un sistema energético basado en fuentes de energía limpias, competitivas en costos y resilientes. Sin embargo, los cambios recientes propuestos por el gobierno pueden aumentar el costo de la electricidad renovable hasta en un 20 por ciento para los usuarios comerciales e industriales (a través de tarifas), lo que reduciría la demanda de un grupo importante de compradores.

Pv magazine México

Pv magazine México

3. Garantizar la seguridad y la estabilidad de las políticas a largo plazo para el sector de las Energías Renovables

El enfoque reciente de la Comisión Federal de Electricidad, en la generación de energía convencional ha traído incertidumbre a los proyectos de energía renovable existentes y planificados en el país y está en marcado contraste con los objetivos nacionales de energía y clima.

La cancelación de la cuarta subasta de energía limpia en diciembre de 2018 trajo más inestabilidad al sector de las Energías Renovables. La certeza de las políticas a largo plazo, tanto regulatorias como legales, ha sido clave para impulsar la inversión en energía renovable en el pasado.

Restablecer la confianza de los inversionistas en el país requiere un compromiso al más alto nivel, una reconsideración de los cambios de política y el cumplimiento de los contratos y acuerdos firmados de conformidad con el Estado de Derecho.

En un mercado liberalizado y desagregado como el de México, un PPA a largo plazo resultante de una subasta puede, por ejemplo, proteger al vendedor contra la variabilidad del mercado y mejorar la bancabilidad de los proyectos. Las subastas y otras políticas a largo plazo, así como el diseño del mercado, se pueden adaptar aún más para promover la participación de actores nuevos y pequeños, desarrollar industrias locales y maximizar los beneficios comunitarios y subnacionales, incluso para las minorías y los grupos marginados.

Cimentando las bases de un proyecto fotovoltaico a Gran Escala en México. Foto: Enilso

4. Adoptar un diseño de mercado de la energía que respalde un alto nivel de integración de Energía Renovables

El aumento de la participación de la energía renovable variable, combinado con el aumento de la Generación Distribuida, requiere una infraestructura flexible y un replanteamiento de la forma en que se diseñan y operan los mercados del sector eléctrico.

No adaptar el diseño del mercado a las necesidades futuras del sistema puede generar costos adicionales a largo plazo, desafíos de integración sistemática y precios más altos de la electricidad.

Un diseño de mercado que integre las variables de energía renovable puede tener un efecto positivo en los precios de la electricidad a medio y largo plazo, al mismo tiempo que tendría efectos benéficos para los consumidores de electricidad, así como para la economía general y la competitividad industrial de México.

Foto: Erik Meza

5. Mejorar la capacidad de los sistemas de transmisión y distribución

Con el crecimiento esperado en la demanda de electricidad, México necesita con urgencia expandir y modernizar su red eléctrica.

Las regiones con mayor potencial renovable se encuentran dispersas por toda la geografía nacional, que cuenta con tres sistemas eléctricos con capacidad de transmisión limitada.

La falta de refuerzos en la infraestructura de la red y las deficiencias en la coordinación entre tecnologías generadoras de energía son factores que disuaden a los empresarios para ingresar al mercado.

Se necesitarán inversiones sustanciales para actualizar los sistemas de transmisión y distribución a fin de satisfacer la demanda futura y los objetivos de energía limpia. Dar prioridad a estas inversiones ahora podría generar oportunidades comerciales y empleos y crear fuertes efectos de estímulo en general durante un momento en que esto es muy necesario.

Además, la infraestructura flexible y las fuentes de Energías Renovables y las ‘despachables’ como lo son la energía hidroeléctrica y la geotérmica, serán fundamentales para ayudar a integrar aún más las Energías Renovables variables en la red.

Foto: IRENA

Foto: IRENA

6. Considerar una mayor cooperación regional y subnacional para mejorar el intercambio de conocimientos

La cooperación regional resulta en un factor sustancial en América Latina para la integración exitosa de las Energías Renovables que operan redes flexibles respaldadas por métodos modernos de pronóstico, programación de producción y almacenamiento.

Las autoridades del sector energía pueden restaurar la certeza, la seguridad y la confianza en sus decisiones mediante la cooperación con otros reguladores regionales que pueden compartir sus mejores prácticas sobre cómo gestionar altos niveles de Energías Renovables variable de forma segura, fiable y rentable.

Parque Eólico en Nuevo León, México. Asociación Mexicana de Energía Eólica. Foto: Paulina Treviño Gómez

7. Fortalecer el diálogo entre inversionistas y gobierno

El limitado diálogo entre los inversionistas y el gobierno, así como entre los legisladores y la sociedad civil, dificulta la evaluación precisa del riesgo de inversión en el país, incluidos los impactos que enfrentan los inversionistas en respuesta al marco institucional recientemente implementado.

Aumentar la transparencia y fortalecer el diálogo sobre la mejor manera de eliminar los riesgos de las inversiones permitiría al sector de las Energías Renovables planificar mejor y responder más rápidamente a las demandas de políticas y las necesidades del país.

El Grupo de inversores y empresas de la Coalición para la Acción está dispuesto a apoyar y facilitar dicho diálogo.

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