“Rodar” con el Sol

Biblioteca Central, Ciudad Universitaria, UNAM

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Por fortuna, el transporte público y privado vía energía eléctrica, cada día gana más terreno para contrarrestar los efectos nocivos que el parque vehicular alimentado por hidrocarburos ha generado en las décadas recientes.

La Universidad Nacional Autónoma de México, epicentro de la innovación tecnológica del país, a través de un grupo de investigadores coordinados desde el Laboratorio de Movilidad e Infraestructura Verde, está en pleno proceso de diseño de bicicletas alimentadas directamente vía energía solar: una opción más de movilidad urbana sustentable.

Bicis eléctricas existen desde hace un buen tiempo al portar pequeñas baterías recargables; sin embargo, lo novedoso del prototipo de las bicicletas universitarias es que éstas serán recargables directamente vía paneles solares ubicados en diferentes puntos de Ciudad Universitaria, zona desde la cual arrancará esta propuesta que, de tener éxito, el modelo podría ser susceptible de adaptarse en diversas regiones del país.

Le dinámica de esta propuesta de movilidad sustentable no va en demérito del ejercicio físico del conductor; la bicicleta no cuenta con un acelerador, la energía eléctrica sólo entra en acción cuando el vehículo registra un ascenso en las pendientes y así hacer más fácil el manejo cuesta arriba. Se corta la energía cuando vuelve a entra en terreno plano y el conductor retoma la dinámica a través del pedaleo. No se pierde la oportunidad de quemar calorías.

La esencia de esta modalidad del vehículo de propulsión humana a pedal es que la energía eléctrica la retomarían de estaciones equipadas con celdas fotovoltaicas ubicadas en puntos estratégicos y el vehículo tendría un sistema de carga solar con baterías protegidas ante posibles daños e incluso sustracción indebida de las mismas.

El proyecto está siendo impulsado por un equipo multidisciplinario el cual es coordinado por el Laboratorio de Movilidad e Infraestructura Verde de la Facultad de Arquitectura, el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial de la propia facultad, así como el Centro de Ciencias de la Atmósfera, el Laboratorio de Biorrobótica y el Instituto de Ingeniería; trabajo global que es impulsado con recursos del fondo CONACYT-SENER en Sustentabilidad Energética y la propia Universidad Nacional.

La unión de esfuerzos y voluntades para que este proyecto tenga buenos resultados no sólo se limita al diseño de bicicletas impulsadas con energía fotovoltaica, también incluye un aliciente para aquellos que teniendo inquietud y ganas de “rodar” sin haberlo hecho antes, se animen con toda la seguridad debida.

El citado laboratorio de Biorrobótica, está a punto de concluir un simulador que proveerá de una cultura vial integral para el futuro conductor que desconozca lo que implican los retos del mundo de la “rodada”.

En un ambiente virtual, una bicicleta eléctrica fija y un monitor ofrecerán un ambiente lo más cercano a lo real a las avenidas inclinadas que trazan Ciudad Universitaria. El simulador registrará las pendientes, las curvas que el conductor tendrá que sortear al conducir y de manera automática sabrá cuando entrará en operación el sistema eléctrico y cuando deberá retomar el esfuerzo físico para continuar con el proceso.

De tener éxito el programa de bicicletas impulsadas con energía solar de la UNAM, este proyecto de movilidad podría ser adaptado a ciudades con pendientes en su trazo urbano como son Taxco y Cuernavaca, entre otras de similar orografía.

Varios podría ser los objetivos que este programa podría conquistar, dos de ellos los más inmediatos: disminuir los orígenes que provocan el cambio climático y fomentar el ejercicio físico entre una población que cada día es más sedentaria.

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