“El Nuevo Fuego: la electricidad”

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Hoy, la segunda entrega editorial de nuestra conversación con el Dr. Del Río Portilla, reflexiones generadas desde los jardines del instituto y bajo las sombras de los frondosos árboles poblados por el trinar de los pájaros que contribuyen a dar vida a las instalaciones del Instituto de Energías Renovables, el IER.

Importante es mencionar que el estado de Morelos sin contar con grandes centrales eléctricas ya sean fotovoltaicas, eólicas, ciclos combinados o hidroeléctricas se ha convertido en la sede de las dos grandes instituciones en la generación de conocimiento que en energía tiene México y muy particular de las energías renovables: el Instituto de Electricidad y Energías Limpias, el INEEL, institución de la que hemos tenido grandes lecciones y aportaciones, así como del propio IER.

¿Dónde nos quedamos?

Aquí la segunda entrega editorial con el Dr. Jesús Antonio Del Río Portilla.

Dr. Jesús Antonio del Río Portilla: “El Cocedor solar con respaldo eléctrico (MX 340215 B); este consiste en un horno solar que es capaz de lograr temperaturas suficientes para cocinar muchos tipos de alimentos. Si el día está nublado, no es problema, ya que el respaldo eléctrico entra en funcionamiento y se garantiza la cocción. Este desarrollo fue evaluado con el Conalep plantel Temixco, quienes llevaron a cabo pruebas organolépticas con el fin de asegurar que los alimentos preparados en este cocedor poseían características adecuadas para ser consumidos. Sus resultados fueron que no hay diferencia estadística entre estas características para los alimentos cocinados con el Cocedor solar o en una estufa de gas”. Imagen de Jorge Zarco

Imagen de Jorge Zarco

¿Recibió algún apoyo de instituciones para su estancia de investigación en Londres?

No, la universidad me dio permiso para trabajar durante un año y no recibí apoyo extra, considere que era un momento para retomar algunos asuntos de los que me interesan e investigo que es la electrificación de los procesos…

Nunca se deja de estudiar…

No, jamás se deja de estudiar.

¿Qué le aportó esta experiencia?

Además de los resultados, lo que me aportó es que vivimos en una región en la cual merecemos tener bienestar social, la mayoría de la gente lo merece.

La experiencia me reafirmo en lo que he trabajado últimamente, por eso considero que la electricidad es el ‘nuevo fuego’. Hace decenas de miles de años, la humanidad descubrió el fuego y nos transformó todo: la forma de comer, de calentarnos, la forma de vivir en la noche porque ya teníamos luz, todo absolutamente, todo, y a lo largo de la historia nos ha venido transformando el uso del fuego. Las máquinas de combustión interna es el control que la humanidad ha tenido sobre el fuego.

En el Siglo XIX, Michael Faraday y James Maxwell, empezaron a decirnos que había otro mundo de energía y empezamos a controlar la electricidad y las ondas electromagnéticas, y hoy la electricidad y el control de esas ondas me parece que son el nuevo fuego, en el cual el desarrollo de la humanidad se puede dar.

¿Por qué razón? No porque ya no podamos quemar cosas sino porque ya entendimos que el quemar materia, sustancias cambia la composición de la atmósfera en cambio hay formas de generar electricidad sin quemar. Por eso sostengo que la electricidad es el nuevo fuego.

Pobreza energética en extremo en Chiapas. La fotovoltaica y sus sistemas aislados de generación tiene mucho por hacer en San Juan Chamula, en Tortugas y la Lomita en San Luis Potosí. Imagen de Jorge Zarco, 2019.

¿Nuevo fuego, nueva revolución?

Por supuesto. Es una revolución totalmente diferente en la cual puede cambiar la forma en la que vivimos, la forma en la que nos comunicamos, y ya lo está haciendo: hoy nos comunicamos por ondas electromagnéticas y nos comunicamos a velocidad luz.

¿Cuáles serían los próximos avances en este mismo sentido?

No veo nuevas rupturas de conocimiento, lo que debemos hacer es que la mayor parte de la población conozca el uso de la electricidad y se apropie de ella.

Ejemplo: ¿Hoy cómo se guisa en México? Normalmente es con gas y no estamos conscientes de todos los gases tóxicos que libera la combustión en nuestras casas. Tenemos el enemigo adentro: el gas, pero no precisamente el combustible sino el uso que hacemos de él, al quemarlo y sus gases tóxicos que libera.

En cambio, podemos tener estufas eléctricas o de inducción que son mucho más eficientes y esas no emiten gases.

Hace 10 o 15 años se decía que el gas era el combustible natural menos contaminante; sin embargo, desde hace más o menos un lustro, el gas empezó a ser denostado por motivos de competencia, de mercado, de algunas grandes empresas globales de energía, desde entonces esta narrativa persiste. ¿Qué sucedió en este periodo?

Sí lo comparo con el carbón, pues el gas es mejor, el gas es también mucho menos sucio que el diésel. Pero sí al gas lo comparo con un motor eléctrico la diferencia es enorme, sí la máquina no está sobre potencia no huele a nada y no se detectan gases en el proceso.

Gasoductos. Imagen de la Secretaría de Energía

¿Es el gas útil en la transición energética?

Sugiero que empecemos a decir que el gas no es lo más adecuado y empecemos a transitar. Lo cierto es que hoy no podemos basar todo en el uso de las energías renovables, hoy no se puede, pero en algunos cuantos años sí que se podría…

¿En qué tiempo?

En 30 años podríamos llegar al 50 por ciento de renovables. Esto no se puede generalizar, pero en algunas regiones del planeta ya están llegando; por ejemplo, Alemania tiene días en que la energía usada es totalmente generada por renovables. México no.

¿Por qué no, sí tenemos todo el sol?

Aquí tenemos sol mucho más que en aquel país.

Lo único que entra a nuestro planeta es la energía del sol, todo lo demás es finito.

¿Es justo denostar los hidrocarburos como muchos lo están haciendo en los últimos tiempos?

Denostar el gas por sí mismo, claro que no está bien; siempre digo que el uso que se le da es equivocado o adecuado. Somos las personas quienes lo usamos y debemos saber cómo lo usamos y que daños nos causa. ¿Qué podemos hacer para evitar que la mayoría de la gente no queme gas en sus casas? ¿Debemos? ¿Por qué no?

Dra. Hailin Hu y su equipo de estudiantes de Posgrado. Instituto de Energía Renovables. UNAM. Imagen de archivo Jorge Zarco

De acuerdo con la secuencia de esta conversación ¿Está el Instituto de Energías Renovables a la altura de lo que ha planteado?

Nuestro instituto está en la frontera del conocimiento de muchos tópicos como son: secado solar, calentadores solares, conoce cómo hacer celdas solares con perovskita, cómo almacenar energía utilizando litio y está iniciando la exploración con sodio, cómo detectar campos geotérmicos, hidrógeno verde, cómo utilizar la geotermia para calentar o enfriar, microrredes eléctricas, etc.

Nuestro instituto sí conoce algunos temas disruptivos por eso afirmo que estamos en la frontera del conocimiento. Investigamos y producimos conocimiento.

Ahora sí me preguntas ¿Somos suficientes? Por supuesto que no lo somos. Somos un puñado de personas trabajando y hacen falta muchos más.

En el IER somos menos de 60 investigadores e investigadoras y para estudiar materias propias del instituto tenemos, en ocasiones, trabajar en colaboración con otros colegas de la República Mexicana o más allá de nuestras fronteras.

En México hace falta profesionales desde el nivel de instaladores en el área fotovoltaica o de equipos termosolares o de pequeños aerogeneradores, desde estos niveles tenemos la necesidad de la capacitación hasta quienes estudian el tema de almacenamiento de energía vía baterías de sodio.

Biblioteca Central, Ciudad Universitaria, UNAM
Biblioteca Central, Ciudad Universitaria, UNAM. Imagen de Jorge Zarco

¿Está la universidad y en general, el Estado Mexicano a la altura de estas necesidades?

La universidad sí, el Estado Mexicano creo que no, al Estado le hace falta apoyar de manera decidida a la gente que generamos conocimiento, y sobre todo, apoyo decido para que la población pueda acceder a estos aportes científicos.

¿Qué demandaría el instituto al Estado?

Son verdades que todo el mundo conoce: mayor presupuesto, que no lo es todo; más plazas para investigadores, pero en todas las instituciones de educación superior.

Importante es decir que el sector empresarial necesita, debe cambiar la visión de lo que es negocio. Durante todo el siglo pasado y durante estos años del presente siglo tanto empresas como industrias basaban la generación de ‘su riqueza’ en salarios mínimos, salarios bajos. Lo que hoy se requiere es pagar mejores salarios, definitivamente, y es obvio, quien reciban mejores salarios deben estar mejor preparados.

La inversión en investigación y en desarrollo tecnológico no sólo es dinero. No podemos y no debemos seguir basándonos solo en la maquila.

Aquí algo que me parece importante con la relocalización de empresas conocido como el nearshoring: sí las empresas que están en proceso de ubicación en nuestro país nos siguen pagando salarios pobres porque México tiene mano de obra barata, nunca saldremos de las actuales circunstancias socio económicas.

La relocalización deber ser también una relocalización de la generación de conocimiento. Y regreso a lo comentado hace unos minutos: el conocimiento no sólo se genera en las universidades porque hoy tenemos un concepto que se le conoce como ‘ciencia ciudadana’ ¿Qué sígnica? Que todos, cualquier persona puede generar conocimiento, lo cual estaría más enfocado a lo local ¡Esto es lo que debemos fomentar! Que nuestra población genere conocimiento, lo valide y lo difunda.

Me gusta mucho esta idea: escuchar a la población con la intención de colaborar con ella.

Jóvenes mexicanos en acción. Imagen de archivo del Instituto Mexicano de la Juventud.

Para transitar hacia otras ideas, Dr. Del Río Portilla ¿En qué posición se encuentra el Instituto de Energías Renovables de nuestra UNAM tanto a nivel nacional como allende de nuestras fronteras?

En México nuestro instituto sigue siendo líder, pero por fortuna hay universidades mexicanas muy buenas en diferentes áreas dentro del mundo de las energías renovables, que dentro de esas áreas tienen un nivel igual que el de nosotros.

Tenemos estos centros de investigación tanto en Puebla como en San Luis Potosí, Nayarit, Sonora, todos estos estados tienen investigadores muy destacados.

A nivel internacional nuestro instituto está como en todo Latinoamérica; sí bien conocemos lo que se está haciendo en otros continentes nosotros no tenemos generación de conocimiento de ultra frontera.

Pasando a otros temas, Dr. Del Río y de cara a las próximas elecciones federales para renovar el Poder Ejecutivo Federal ¿Qué les diría a las candidatas y al candidato desde la esfera de la investigación universitaria, desde lo que necesita nuestro país en materia de energías renovables?

Para desarrollar el conocimiento, para el desarrollo de las ciencias, necesitamos que haya más proyectos, más posibilidades de financiamiento y el sector empresarial tiene debe saber que tenemos opciones. No es sólo la compra de tecnología, sino que la generación de riqueza se ampliará cuando generemos ese conocimiento y se vea reflejado en productos y servicios a la población. ¿Quiénes van a llevar esos producto y servicios? Los empresarios porque esta no es la función del sector académico entonces todos tenemos que empezar a colaborar con colegas con políticos y con empresarios.

No se vale que cada sector tenga discursos diferentes, el diálogo es necesario para llegar a acuerdos y mi sugerencia es que tenemos que lograr acuerdos para el mediano y sobre todo para el largo plazo. Tengo la impresión de que generar metas a 20 años es más fácil que generarlas para dentro de un año.

Déjeme insistir Dr. ¿Qué les diría a las candidatas y al candidato sobre lo que necesitamos en materia de energía?

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