México, Estados Unidos y Canadá: Preocupaciones en temas de Energía. Asentamiento por el Comercio regional

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En un comunicado que hoy circula en México del Consejo Coordinador Empresarial, el CCE, en el cual se dice que representa a la ‘comunidad empresarial de América del Norte’, hace una serie de reflexiones sobre temas estratégicos que se habrán de abordar en la cumbre de Presidentes de la región que mañana inicia en la capital de los Estados Unidos.

Sobre el tema energético, el comunicado del CCE indica: “Los sectores privados de Estados Unidos y de Canadá están muy preocupados por los esfuerzos del gobierno mexicano por reducir la competencia privada en el sector energético. Los intentos por favorecer empresas del Estado en detrimento de proveedores de Energías Renovables minan la certidumbre de inversiones y auguran mayores costos, así como menores oportunidades para los trabajadores de nuestros países.”

Antes de abordar el tema energético, el posicionamiento hecho público inicia resaltando la importancia que ha adquirido el comercio en la región haciendo énfasis en las cadenas productivas interconectadas entre los tres países: “El comercio y la inversión entre nuestros países han contribuido de manera significativa al crecimiento económico y la prosperidad, y se estima que generan al menos 20 millones de empleos en Norteamérica. Gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), hoy nuestras naciones pueden presumir una plataforma unificada de cadena de suministro desde la cual comerciamos y competimos globalmente.”

Pero sobre la nueva fase del comercio regional no todo el horizonte es brillante de acuerdo con el comunicado del CCE: “Los sectores privados de Canadá y de México comparten preocupación por las interpretaciones divergentes de las reglas de origen del TMEC, y cómo la interpretación de Estados Unidos representa riesgos para nuestras cadenas integradas de suministro. Interesados en nuestro éxito y competitividad colectivos, hacemos un llamado a que los gobiernos entablen diálogo profundo con los sectores privados en estos y otros temas.”

Sobre el tema de inversiones, los empresarios del CCE establecen: “Para incrementar nuestra competitividad, los tres gobiernos deben garantizar ambientes de inversión abiertos y transparentes. Un ambiente de inversión en deterioro en cualquiera de los tres países daña la economía, la seguridad y el potencial de crecimiento de Norteamérica en su conjunto, y minan la capacidad del TMEC como instrumento de certidumbre legal. Los retos relacionados con el comercio mundial y la pandemia han traído consigo una oportunidad sin precedentes para fortalecer las cadenas de suministro en América del Norte. Sin embargo, como inversionistas, es nuestra responsabilidad recordar a los gobiernos que ese potencial no se materializaría en países que no aseguren certidumbre para los negocios y apego a las buenas prácticas globales de gobernanza en áreas como la regulación, los permisos, la recaudación y las compras gubernamentales.”

Las secuelas que deja el Covid-19, deben ser consideradas como enseñanzas para México, Estados Unidos y Canadá: “Nuestros tres gobiernos deben capitalizar las lecciones aprendidas de la pandemia por COVID-19 y prepararse para el futuro, mejorando la coordinación en la respuesta a emergencias y alineando la definición de industrias y servicios esenciales en los tres países. También debe haber mayor cooperación en el manejo de la frontera para asegurar el flujo de tráfico comercial y de carga. La alineación en estas políticas, combinada con comunicación constante y transparente con el sector privado, son indispensables para el funcionamiento efectivo de las cadenas de valor transfronterizas y para asegurar la provisión ininterrumpida de las industrias y servicios esenciales.”

El comunicado del Consejo Coordinador Empresarial concluye con una nota de concordia: “Agradecemos a los tres gobiernos por su dedicación continua a la indispensable sociedad norteamericana. Tenemos la firme convicción de que acciones decisivas en las áreas arriba mencionadas fortalecerán la integración de nuestras industrias vitales, así como la preparación para emergencias; y esto redundará en nuevas inversiones en el continente, que promuevan crecimiento económico y oportunidades para los trabajadores y los ciudadanos de nuestra región. Como comunidad empresarial del continente, nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de apoyar a nuestros gobiernos para alcanzar la visión compartida de una América del Norte más competitiva, próspera e incluyente.”

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