La falta de acceso a la energía puede obstaculizar los esfuerzos por contener la Covid-19 en muchas partes del mundo. Los servicios energéticos son clave para prevenir las enfermedades y luchar contra la pandemia; desde proporcionar suministro eléctrico a los establecimientos sanitarios y agua limpia para una higiene esencial, hasta permitir las comunicaciones y los servicios de TI que conectan a las personas manteniendo el distanciamiento social.

789 millones de personas (principalmente en el África subsahariana) viven sin acceso a la electricidad, y cientos de millones de personas más solo tienen acceso a una electricidad muy limitada o poco fiable. Se estima que solo el 28 de los centros de salud tiene acceso a una electricidad fiable en el África subsahariana, a pesar de que la energía es crucial para que las personas sigan conectadas en sus hogares y para que funcionen los equipos vitales en los hospitales.
Si los hospitales y las comunidades locales no tienen acceso a la energía, se podría magnificar la catástrofe humana y se podría reducir significativamente la velocidad de recuperación mundial.
La Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas sobre Energía Sostenible para Todos explicó por qué el acceso a la energía es importante durante la emergencia de la COVID-19 y señaló tres maneras de responder a dicha emergencia:
• Priorizar que las soluciones energéticas suministren energía a los centros de salud y a los equipos de respuesta inicial
• Mantener a los consumidores vulnerables conectados
• Aumentar la producción de energía fiable, ininterrumpida y suficiente como preparación para una recuperación económica más sostenible

Datos relevantes en una mirada
• El 13% de la población mundial aún no tiene acceso a servicios modernos de electricidad
• 3000 millones de personas dependen de la madera, el carbón, el carbón vegetal o los desechos de origen animal para cocinar y calentar la comida
• La energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero
• La contaminación del aire en locales cerrados debido al uso de combustibles para la energía doméstica causó 4,3 millones de muertes en 2012, 6 de cada 10 de estas fueron mujeres y niñas
• En 2015, el 17,5% del consumo final de energía fue de Energías Renovables.
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En que podemos ayudar
Sra. Sepúlveda. Muchas gracias por su comentarios, el de ud. es muy motivador para todos. Sugiero que lo primero que podemos hacer desde nuestras áreas de influencia es un uso racional en nuestros consumos de energía, antes de tomar el auto para hacer viajes cortos pensar si es factible realizar caminatas para evitar la quema de gasolina. Hacer racional nuestro consumo de energía eléctrica en casa, pues no hacerlo implica la quema permanente de materiales fósiles para generar energía eléctrica. Diesel, combustóleo, carbón, al usarlos para generar electricidad producen altos niveles de contaminantes. Con respecto a la relación de energía e infancia, lo importante sería contribuir a las campañas permanentes en las cuales se llevan dispositivos eléctricos (parrillas o estufas eléctricas) de cocina para romper la cadena de producción de energía (lumbre) vía leña que no sólo contaminan la atmósfera sino que directamente penetra a los pulmones de quienes están en el entorno inmediato y que afectan básicamente a niños, niñas y mujeres. Gracias por sus comentarios. Sra. Sepúlveda