Fotovoltaica y Eólica, tecnologías claves en tiempos de Covid-19, y protagonistas indiscutibles de cara a la otra gran crisis: Cambio Climático

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Debido a la desaceleración de las actividades humanas que ha provocado el confinamiento por el COVID-19, nuestro planeta experimentó una disminución en la emisión de Gases de Efecto Invernadero del 30 por ciento comparado con los niveles habituales. Sin embargo, el ritmo al cual avanza el calentamiento global no se ha detenido e inclusive, científicos pronostican que con el regreso a la “normalidad”, las medidas para estimular las economías podrían resultar en el aumento de emisiones contaminantes de manera exponencial, sobrepasando la cifra sin precedentes, registrada en 2019, de 55.3 Gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente de las emisiones totales en nuestro planeta.

En mayo, el observatorio Mauna Loa en Hawai registró un récord sobre la presencia de dióxido de carbono, e incluso metano, en la atmósfera, lo que indica que las emisiones de Gases de Efecto Invernadero continúan con su tendencia al alza una vez que la vida económica y social ha comenzado a normalizarse en el mundo.

La actual pandemia es un recordatorio de que la salud humana está íntimamente vinculada a la salud del planeta, y hoy sabemos que el Cambio Climático es la principal amenaza al equilibrio de nuestros ecosistemas. También, en estos meses hemos comprobado que la adaptación rápida y la acción coordinada ante una emergencia, que basa sus decisiones en la ciencia disponible es posible y salva vidas.

Esta coyuntura nos mostró, además, lo vulnerables que somos ante los desastres y enfermedades como consecuencia de la degradación del medio ambiente, y la necesidad de construir sistemas más justos y resilientes. Nos encontramos frente a una oportunidad única para asegurarnos de que los cambios inminentes provocados por esta pandemia nos guíen hacia un modelo más justo y decididamente regenerativo. Este cambio no sólo es posible, sino urgente. Tenemos las soluciones a la mano para vivir en armonía con la naturaleza a la vez que mejoramos la calidad de vida de las personas en todo el mundo, pero para lograrlo necesitamos tomar acción en proporción a la magnitud del desafío.

Lago de Chapultepec, Ciudad de México

Imagen de Jorge Zarco

Para evitar más enfermedades pandémicas como la que estamos atravesando hoy, además de un aumento en los eventos meteorológicos extremos como huracanes, sequías e inundaciones, necesitamos enfocar nuestros esfuerzos en evitar el aumento de temperatura global por encima de 1.5 C en comparación a la era preindustrial. Para lograrlo, es necesario reducir las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero a la mitad para 2030 y alcanzar economías neutrales en carbono para 2050. Aún estamos a tiempo, pero nuestra ventana se cierra rápidamente, este es el último momento en la historia en el que seremos capaces de preservar el mundo como lo conocemos. ¡Aprovechemos esta oportunidad para poner a la naturaleza en el centro de nuestras decisiones, fortaleciendo la resiliencia de nuestros sistemas económicos y mejorando el bienestar de todas las especies!

Un elemento fundamental para lograr nuestros objetivos de mitigación y detener el avance del cambio climático sin dañar las economías de los países es dejar atrás los combustibles fósiles y transitar hacia la generación de energía con fuentes renovables e inagotables, como el sol o el viento. Esto mismo puede impulsar la economía y la resiliencia: las energías limpias producen empleos locales, son menos invasivas con el medio ambiente, brindan soberanía energética y aportan co-beneficios adicionales para las comunidades y los propietarios de la tierra que participan en estos proyectos.

Aunado a una urgente Transición Energética a nivel nacional, aquí cinco consejos para evitar el ‘efecto rebote’ climático, después de la cuarentena:

1. Energías Renovables

En México, la generación de energía solar es la más barata de producir con respecto a otras tecnologías; al aumentar la producción de Energías Renovables, el precio final para los consumidores disminuye, por lo que inviertes menos y tu consumo de energía es más limpia. Desde 2004, la generación de energía eólica en México ha crecido a una tasa promedio de 86 por ciento por año.

Ya existe la tecnología para que en tu hogar o negocio generes tu propia electricidad a partir de un panel solar, evalúa cómo puedes reducir tu consumo de energía, además de la viabilidad y los ahorros que te produciría, la generación de energía limpia y sustentable a pequeña escala.

2. Opta por una movilidad sustentable

Utiliza bicicleta, transporte público o camina siempre que te sea posible. En la pandemia, con menos aviones en el aire y automóviles en las carreteras, la demanda de petróleo cayó un cinco por ciento en el primer trimestre del año. Al usar transportarte público, se reducen drásticamente las emisiones contaminantes que afectan nuestra salud. Los coches eléctricos también son una excelente opción y si tu trabajo o ocupación requiere que realices viajes diarios, puedes compartir vehículo con otras personas si se desplazan al mismo lugar, así también podrás disminuir tus gastos.

Con esto también generas empleos al demandar servicios de calidad y constantes para la red de transporte público y desarrollo de tecnologías e infraestructura para vehículos eléctricos.

Puerto Libertad, Sonora

Foto: Acciona

3. Evita el desperdicio de agua, alimentos y energía

El desperdicio de agua es uno de los problemas más graves que enfrenta nuestro país, cada acción cotidiana que realizamos tiene una inversión de agua, por ejemplo, para tomar una taza de café se requieren aproximadamente 35 litros de agua. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la escasez de agua afecta a cuatro de cada diez personas en el mundo.

Otro problema grave es el desperdicio de alimentos, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria CEDRSSA de la Cámara de Diputados, asegura que México desperdicia alrededor del 34.7 por ciento del total de alimentos que se produce en nuestro país, una buena opción para evitar el desperdicio es comprar únicamente lo que vas a consumir, de esta manera ayudarás al medio ambiente.

El desperdicio de energía es otro de los problemas que enfrentamos, cambia tus focos convencionales por focos LED, aprovecha la luz natural, opta por Energías Renovables y desconecta los aparatos electrónicos que no estás utilizando; éstos, al estar conectados aún en modo Standby consumen entre un cinco y 10 por ciento del total de energía de toda la casa.

4. Consume de forma consciente

El fast fashion se caracteriza por seguir las últimas tendencias de moda, sus prendas se diseñan y fabrican de forma acelerada y con un costo muy accesible. El problema de consumir este tipo de productos es que su calidad es baja, lo que tiene como consecuencia que se rompa o se deseche mucho más rápido. Según World Resources Institute producir una camisa de algodón consume 2,700 litros de agua y la industria textil genera el 20 por ciento de la contaminación industrial del agua.

Asimismo, en cuanto a alimentos, reducir el consumo de carne y adquirir productos locales y de temporada tiene grandes beneficios para tu salud y para tu bolsillo, debido a que no fueron sometidos a refrigeración ni a químicos, son económicos y de esta manera estás disminuyendo la huella de carbono que podrías ocasionar si adquieres productos exóticos o fuera de temporada. Lo principal es reducir el consumo de productos y comprar lo que realmente necesitas.

5. Reutiliza

Al reutilizar los materiales de los que ya disponemos, evitamos que se utilice energía para producir nuevos materiales que se obtienen de recursos naturales. muchas veces no renovables y al mismo tiempo ayudamos al medio ambiente. Aunado a esto, evitamos la futura producción de desechos que posiblemente se conviertan en basura y contaminen el aire, agua y suelo.

Cifras de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), indican que en México se producen alrededor de 14.9 millones de toneladas de residuos sólidos que pueden reutilizarse, el 39 por ciento corresponde a papel y cartón, 30.7 por ciento al plástico, 16.6 por ciento vidrio.

La emergencia climática en la que nos encontramos requiere de acción urgente de todos los individuos; el Cambio Climático es la mayor amenaza que enfrentamos como humanidad, más está en nuestras manos tomar acción y luchar por el cambio que necesitamos en el mundo, estamos a tiempo de cambiar nuestros hábitos de consumo y lograr un futuro sostenible para todos.

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