¿Qué podría hacer Joe Biden durante sus primeros 100 días de gobierno, sí es nombrado presidente electo de los Estados Unidos en materia energética?

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A continuación presentamos el reporte que nuestro colega Tim Sylvia de nuestra plataforma Pv magazine Global preparó en la víspera de darse a conocer los resultados de la jornada electoral presidencial de los Estados Unidos.

Si bien aún queda tiempo antes de que se cuenten todas las papeletas y se determine el ganador de las elecciones presidenciales del 2020, una victoria de Joe Biden significaría un cambio significativo en la política energética y climática estadounidense.

Sin embargo, la casi certeza de que el Senado permanecerá bajo el control republicano pone un freno a los planes de los demócratas. Con eso en mente, echemos un vistazo a lo que podría lograr una administración Biden-Harris en materia de clima y energía en sus primeros 100 días.

Sin el congreso a su favor. Órdenes Ejecutiva

Desde la visión Biden, el candidato demócrata promete acción inmediata y amplia desde el primer día en la Casa Blanca, incluida: “Una serie de nuevas órdenes ejecutivas con un alcance sin precedentes que van mucho más allá de la entonces plataforma de la Administración Obama-Biden y nos ponen en el camino correcto”.

Al principio, las órdenes ejecutivas serán la forma más eficaz de instituir políticas y probablemente serán percibidas como objetivos históricos de su administración.

El alcance probable de estas órdenes incluirían revertir las acciones de la administración Trump para debilitan las regulaciones en contaminación industrial, reducir los estándares de eficiencia de automóviles y electrodomésticos y habilitar terrenos federales a la extracción de petróleo y gas.

La acción ejecutiva más destacada desde el primer día que podría tomar la administración de Biden sería regresar a Estados Unidos al Acuerdo de París, que Washington abandonó de manera oficiala penas hace unos días.

Hay dos formas que toda administración puede tomar para suscribir acuerdos internacionales de los cuales, sólo uno requiere la aprobación del Senado. De hecho, la mayoría de los acuerdos internacionales que Estados Unidos ha celebrado desde la Segunda Guerra Mundial han sido acuerdos ejecutivos únicos. Existe un precedente legislativo histórico para que un presidente actúe con autoridad ejecutiva exclusiva en asuntos climáticos internacionales.

Con el Congreso de su lado

Otra de las promesas del primer día de la campaña de Biden: “Realizar inversiones en infraestructura inteligente para reconstruir la nación y garantizar que nuestros edificios, agua, transporte e infraestructura energética puedan resistir los impactos del Cambio Climático”.

Estos planes requerirían fondos federales, lo que llevaría al Congreso al debate.

Estas medidas se enmarcan en un plan climático de dos billones de dólares, un plan de Biden del cual se espera que encuentre una fuerte oposición de los republicanos, por lo que parece poco probable que estas inversiones puedan realizarse en los primeros 100 días, y mucho menos arrancar desde el día uno.

Afortunadamente para Biden, no todas sus acciones relacionadas con el clima y la energía encontrarán oposición republicana directa. Según el plan climático de la campaña, el candidato demócrata “exigirá que el Congreso promulgue una legislación en el primer año de su presidencia para:

1) Establecer un mecanismo de aplicación que incluya objetivos concretos antes de su primer mandato en 2025

2) Realizar inversión histórica en investigación e innovación en energía limpia y clima

3) Incentivar el despliegue en innovaciones de energía limpia, especialmente en las comunidades más afectadas por el Cambio Climático ”

El primer punto se relaciona con la promesa de Biden de poner al sector eléctrico en rumbo hacia la descarbonización completa para 2035.

Este es el escenario más improbable que se concrete en los primeros 100 días, ya que los expertos en energía han cuestionado su viabilidad.

Donde puede darse el avance

Si hay una manera de que Biden pueda abrirse paso entre los republicanos en el Senado, será orientando la economía como catalizador para la inversión en energía.

En septiembre, los senadores Lisa Murkowski y Sheldon Whitehouse participaron en un evento organizado por la Universidad de Stanford para discutir las perspectivas de una legislación bipartidista sobre Cambio Climático.

Durante el evento, los dos legisladores estuvieron de acuerdo en que existe apoyo bipartidista para la investigación y el desarrollo de tecnologías de redes. La idea es que, independientemente de quién sea el presidente, la alta penetración de las Energías Renovables en la red será inevitable, por lo que existe un apoyo generalizado para desarrollar la mejor manera de integrar estos recursos.

Además, es probable que el incremento en el empleo en energía limpia y las inversiones en infraestructura provengan de un proyecto de ley para promoverlo tras la etapa de la pandemia. Es probable que esta sea una de las primeras leyes aplicadas por la administración Biden y, con algún compromiso pactado, podría obtener el apoyo de ambos partidos.

La recuperación económica en un país que todavía está muy afectado por el virus ha sido una preocupación principal para ambos partidos, lo que significa que podría haber apoyo para incentivos fiscales destinados al desarrollo renovable. En la misma línea, Biden podría acceder a fondos federales para la creación de empleos de energía limpia.

Si bien la tasa de desempleo en Estados Unidos ha caído significativamente desde su máximo de alrededor del 15 por ciento al inicio de la pandemia, todavía es aproximadamente el doble de lo que era a principios de año, actualmente en el 7,9 por ciento. Es totalmente plausible que algunos republicanos del Senado puedan dar prioridad a la recuperación económica y al aumento del empleo sobre los intereses vigentes en combustibles fósiles.

Que no esperar

Es casi seguro que colocar al sector eléctrico en un curso hacia la descarbonización completa para 2035 no sucederá en los primeros 100 días y sería un logro sí sucede en el primer mandato de Biden, asumiendo que ganará la presidencia.

Y aunque es probable que la reincorporación al Acuerdo de París ocurra en los primeros 100 días, es poco probable que se tomen medidas internacionales adicionales en tan poco tiempo.

La campaña de Biden describe nueve elementos clave de un plan para una revolución en energía limpia, uno de los cuales promete que, dentro de los primeros 100 días: “Convocará una cumbre mundial sobre el clima para involucrar directamente a los líderes de las principales naciones emisoras de Gases de Efecto Invernadero para persuadirlos de que se unan a los Estados Unidos para hacer promesas más ambiciosas, más allá de los compromisos que han asumido “.

¿Podría suceder esta cumbre? Si.

¿Habrá algún compromiso internacional vinculante para finales de abril? Improbable.

Por ahora, es seguro asumir que las acciones más probables que se tomarán en los primeros 100 días serán un revire en muchas de las órdenes ejecutivas del presidente Trump con respecto a las emisiones y la extracción de combustibles fósiles, una reincorporación al Acuerdo de París, un incremento en el empleo vía la industria de energías limpias y la inversión en investigación, todo ello en un proyecto para hacer frente al coronavirus.

Para obtener una visión más general de su plataforma de energía y medio ambiente, consultar los nueve elementos clave, el plan climático y el plan de energía limpia de Biden.

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