Insiste el Consejo Mexicano de la Energía elevar el límite de la generación distribuida a 5 MW

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En el contexto internacional en el cual hoy tiene lugar la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP28 que se desarrolla en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, el Consejo Mexicano de la Energía insiste en que el límite en la generación distribuida debe incrementarse hasta 5 MW en México.

El director del Centro de Inteligencia en Ahorro de Energía que opera en la Ciudad de Hermosillo opina en sentido contrario, el líder de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados informó que los legisladores propondrían incrementar el límite, pero solo en 1 MW, y conocedores del tema en el sector privado expresan sus dudas sobre incrementar el techo de generación de manera homogénea en todo el país.

El Consejo Mexicano de la Energía además de su propuesta, sugiere impulsar el uso de biocombustibles y la electromovilidad, y la explotación de los yacimientos no convencionales en hidrocarburos.

De acuerdo con el reciente despacho informativo que la Comener comparte, se indica que el Sistema Interconectado Nacional puede tener una demanda máxima de 53,000 MW, cuenta con una capacidad de 59,000 MW, y un margen de reserva del 11 por ciento.

No obstante, indica el comunicado, la mayor parte de la generación de energía es con recursos fósiles, aun cuando el gobierno federal tiene planes para expandir la generación de renovables con el Plan Sonora, además de las plantas privadas que están en espera de permisos para entrar en operación.

La Comener enumera algunas de las vías que permitirían avanzar de manera rápida en la transición energética:

• Desarrollar la infraestructura de generación y de transmisión, a fin de tener la capacidad para cubrir la demanda de energía creciente, y aquella que se genere por las empresas que lleguen al país para su relocalización. Sobre todo, porque dichas empresas requerirán energía renovable como parte de sus lineamientos de sostenibilidad y de esta manera, despachar la energía derivada de estas tecnologías sin afectar al Sistema Eléctrico Nacional.

• Ampliar el límite de generación distribuida a 5MW. La energía limpia la necesitan la pequeña y mediana empresa, los grandes consumidores y los centros de atracción de inversiones en el marco del nearshoring como son los grandes parques industriales, en el que su demanda de energía es cada vez mayor.

• El límite de generación distribuida es de 500 kW y aunque existen diversas iniciativas presentadas en el Congreso para ampliar a 1MW, no han prosperado. Aunado a que un mega es todavía bajo por lo que, el umbral debería alcanzar los 5MW.

• Impulsar la electromovilidad. A través de incentivos para fomentar la compra de un auto eléctrico que tiene un precio superior a los de combustión interna; así como incentivar el desarrollo de sistemas de estaciones de carga.

También se requieren facilidades para que las empresas del sector automotriz establecidas en el país o nuevas puedan ampliar su producción hacia autos eléctricos: infraestructura que implica electricidad, agua, vías de comunicación y seguridad.

• Biocombustibles. El uso del etanol al 10 por ciento como oxigenante, reduciría el costo de las gasolinas en México en un lapso de 10 años. Con esta iniciativa, para 2050 dejaríamos de emitir alrededor de 40 millones de toneladas de CO2 al medioambiente. No obstante, es un tema pendiente en materia de legislación.

• Permisos de la Comisión Reguladora de Energía. Agilizar permisos para el desarrollo del sector energético tanto para generar energía renovable como para la expansión de las redes de gasoductos, estaciones de servicio y almacenamiento, entre otros; a fin de contar con los productos y servicios que se requieren para avanzar en la transición energética, así como aquellas que lleguen derivado del nearshoring.

• Desarrollo de yacimientos no convencionales. Esta actividad permitiría generar recursos para financiar precisamente la transición energética, aumentar la producción de gas considerado un combustible de transición y lograr la soberanía e independencia energéticas.

La Comener concluye su comunicado: “L a experiencia de Estados Unidos en la explotación de yacimientos no convencionales incrementó la producción de gas natural y redujo la producción de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Además, los pozos no convencionales agotados pudieran servir para eliminar residuos, sobre todo para la eliminación de CO2 al convertirlo en carbonatos y almacenarlo en pozos letrina. Y pese al rechazo al uso de técnicas de fractura hidráulico para obtener este combustible, la tecnología permite disminuir el impacto.”

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