Generación distribuida fuente para la creación de cooperativas de energía comunitarias

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Con el objetivo de consolidar, promocionar y fomentar el desarrollo, fortalecimiento y visibilidad de modelos comunitarios y cooperativos de energía sustentable en México, fue presentada la Hoja de Ruta que dará orientación de los pasos y acciones que se seguirán de aquí hasta el 2030 en la materia.

Desde 2020, el Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes), órgano desconcentrado de la Secretaría de Bienestar; la Confederación Alemana de Cooperativas (DGRV), y la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ), han desarrollado de manera conjunta acciones en una estrategia para visibilizar el potencial que las cooperativas de energía tienen para impulsar el desarrollo sustentable, local y justo que contribuya a terminar con las desigualdades.

Juan Manuel Martínez Louvier, director general del Inaes, resaltó durante la presentación la necesidad de tomar acción real contra el cambio climático y sus efectos. Destacó que esta herramienta de planeación, desarrollada en conjunto con las tres instituciones, contribuye a un progreso basado en lo social, donde las personas organizadas pueden crear las soluciones a sus necesidades y lograr el bienestar.

Humberto Cerdio Vázquez, coordinador general de Fomento y Desarrollo Empresarial del Inaes, comentó que para lograr la Transición Energética Cooperativa se requiere del compromiso y responsabilidades compartidas.

Los modelos sobre los que se fundamentan las acciones derivan de la regulación energética de Generación Distribuida (GD), que son sistemas menores de 500kW, y de la Ley de Economía Social y Solidaria.

La Hoja de Ruta está fundamentada en cinco ejes rectores y uno transversal de género, que contribuyen a alcanzar los seis objetivos específicos, mediante 72 líneas de acción a lo largo de nueve años.

Para la primera etapa, entre 2022 y 2024 las acciones están enfocadas en la construcción de la estructura, el desarrollo de las capacidades técnicas y los mecanismos necesarios para la constitución de modelos, así como la maduración de los procesos de implementación con base en las lecciones aprendidas de los pilotos y el desarrollo de insumos técnicos y pilotos demostrativos de financiamiento desde el sector social de la economía.

En la segunda etapa, de 2025 a 2027, se consolidará y expandirá hacia otros territorios y contextos el trabajo realizado. Y para el último periodo, de 2028 a 2030, se visualiza que además de continuar con los planes de acción, se incorpore un sistema de datos de calidad para la trazabilidad y transparencia, comunicación e identificación de innovaciones para maximizar los impactos.

Philipp Schukat, coordinador del Clúster Clima GIZ: “La GIZ, mediante alianzas con las instituciones del gobierno mexicano, contribuye al desarrollo sustentable a nivel local y nacional en sus dimensiones social, ecológica y económica; tal es el caso de los modelos de negocio comunitarios y cooperativos de energía sustentable en generación distribuida que generan oportunidades de desarrollo y estimulación de actividades económicas locales, la creación de redes de intercambio, la creación de trabajos dignos en las localidades y comunidades donde se desarrollan los proyectos.”

Patrick Heckler, director de proyecto Participación, Energía, Bienestar-Sostenibilidad con cooperativas en América de la DGRV, expresó que desde la DGRV se fomenta la participación de actores, actrices, comunidades, gobiernos, sociedad civil y organizaciones de cooperación internacional; en conjunto, harán posible una transición energética justa y participativa.

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