Almacenamiento de Energía en México: ¿qué sigue?

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Hoy pv magazine presenta, la pluma de un experto en temas regulatorios y sobre todo, en asuntos del mundo de la energía.

En esta su primera colaboración que nutre nuestra propuesta informativa, Alfonso Hernández aborda el que es hoy uno de los temas torales en la transición energética global y no es la excepción en nuestro país: el almacenamiento de energía que fortalece la canasta energética para la generación de energía vía tecnologías renovables.

Alfonso Salvador Hernández Partida, tiene el grado de licenciatura en Derecho por nuestra Universidad Nacional Autónoma de México y el grado de maestría también en Derecho por la Universidad Panamericana y se ha consolidado como uno de los pocos referentes destacados en el ámbito legal y regulatorio del sector.

A lo largo de su trayectoria profesional, ha acumulado una vasta experiencia en instituciones clave como la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente conocida como la ASEA y la Comisión Reguladora de Energía, la CRE, además de haber formado parte de la empresa Acciona México y otras firmas del sector.

Hoy, Alfonso se desempeña como consultor legal asesorando a diversas empresas en el sector eléctrico y en el desarrollo de nuevos negocios, aportando su conocimiento y visión estratégica para impulsar proyectos innovadores y sostenibles.

Aquí el primer texto que Alfonso Hernández presenta de forma directa para los lectores de pv magazine México.

Alfonso Hernández, abogado especialista en temas regulatorios

«El almacenamiento de energía eléctrica ha sido reconocido a nivel global como un componente clave para la transición hacia sistemas energéticos más sostenibles, confiables y eficientes.

En México, este concepto ha comenzado a tomar mayor relevancia con la reciente aprobación de las Disposiciones Administrativas de Carácter General para la Integración de Sistemas de Almacenamiento de Energía Eléctrica al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y próximas a ser publicadas en el Diario Oficial de la Federación. Este marco normativo establece las condiciones y modalidades bajo las cuales se podrán integrar los sistemas de almacenamiento de energía (SAE) al SEN, proporcionando así un marco claro para el desarrollo de esta tecnología en el país.

Hasta ahora, el almacenamiento de energía en México no ha tenido una participación significativa en el Sistema Eléctrico Nacional. Esto se debe, en gran parte, a la ausencia de un marco regulatorio específico que facilite su integración y promueva su desarrollo.

Sin embargo, con el avance de las energías renovables intermitentes —particularmente la solar y la eólica— y el aumento de la necesidad de estabilidad en la red eléctrica, el almacenamiento de energía se ha vuelto indispensable para gestionar eficientemente la oferta y la demanda de electricidad.

Las nuevas disposiciones buscan precisamente abordar estas necesidades, ofreciendo un marco regulatorio claro que permita la participación de los SAE en el mercado eléctrico mayorista (MEM), así como su integración en las redes de transmisión y distribución. Este avance normativo llega en un momento crucial, ya que el SEN requiere soluciones que mejoren su flexibilidad y capacidad de respuesta, especialmente considerando el crecimiento previsto en la generación distribuida y la demanda de servicios auxiliares para garantizar la estabilidad del sistema.

Uno de los aspectos más relevantes de estas disposiciones es la definición de diversas modalidades bajo las cuales los SAE pueden ser integrados al SEN. Estas modalidades están diseñadas para cubrir distintos escenarios y necesidades en el mercado eléctrico.

Sistema de almacenamiento de energía en batería o conocido tambien como BESS por sus siglas en inglés (Battery Energy Storage System) Almacenamiento de energía en México: tierra fértil para el desarrollo tecnológico e inversión

A continuación, se describen las principales modalidades:

1. SAE-CE (Sistema de Almacenamiento de Energía asociado a una Central Eléctrica): Esta modalidad permite la integración de un SAE a una central eléctrica intermitente, como las plantas solares o eólicas.

El objetivo principal es contrarrestar la variabilidad de la generación intermitente y aprovechar los productos y servicios que los SAE pueden ofrecer para mejorar la eficiencia y confiabilidad del SEN. En este caso, el SAE comparte el mismo punto de interconexión que la central eléctrica y su operación debe ajustarse a los estudios de interconexión realizados por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE).

2. SAE-CC (Sistema de Almacenamiento de Energía asociado a un Centro de Carga): Bajo esta modalidad, el SAE se integra a un centro de carga, como una fábrica o un complejo comercial, y no está asociado a una central eléctrica.

Los centros de carga que instalen SAE podrán mejorar la eficiencia de su consumo energético al almacenar electricidad en horarios de baja demanda para utilizarla en momentos de alta demanda. Esta modalidad también permite la participación del SAE en el MEM, lo que representa una oportunidad para los usuarios industriales que deseen optimizar su consumo energético y reducir costos.

3. SAE-AA (Sistema de Almacenamiento de Energía en esquema de Abasto Aislado): En esta modalidad, el SAE se integra a una central eléctrica cuyo objetivo principal es satisfacer las necesidades propias de un consumidor o grupo de consumidores mediante el esquema de abasto aislado.

Esto es particularmente útil para grandes proyectos industriales o mineros que operan en zonas remotas, donde la conexión al SEN es limitada o inexistente. La posibilidad de combinar el SAE con sistemas de generación aislados puede ofrecer una solución efectiva y flexible para garantizar el suministro continuo de electricidad.

4. SAE no Asociado: Esta modalidad permite que los SAE operen de manera independiente de una central eléctrica o un centro de carga, inyectando energía directamente a la Red Nacional de Transmisión (RNT) o a las Redes Generales de Distribución (RGD).

Esta opción representa una alternativa interesante para proyectos de almacenamiento de gran escala, como las grandes plantas de baterías que ya operan en otras partes del mundo, y que permiten almacenar energía durante periodos de baja demanda y liberarla cuando se requiere. Los SAE no asociados pueden participar en el MEM y ofrecer servicios de balance de potencia, contribuyendo a la estabilidad y eficiencia del SEN.

Sistema de almacenamiento de energía. Puerto Peñasco Sonora, México. Imagen de archivo de SPIC México

El potencial del almacenamiento de energía en México es enorme. Las nuevas disposiciones brindan certidumbre y claridad a los actores del mercado, facilitando la inversión en proyectos de almacenamiento de energía que puedan aprovechar los abundantes recursos naturales renovables del país. Esto, a su vez, abrirá nuevas oportunidades de desarrollo económico y de creación de empleo en sectores de alta tecnología relacionados con la fabricación, instalación y operación de sistemas de almacenamiento.

Además, la integración de los SAE contribuirá a mejorar la eficiencia y confiabilidad del SEN, permitiendo una mayor penetración de energías renovables. México, al ser un país con un gran potencial para la energía solar y eólica, se beneficiará enormemente de la implementación de sistemas de almacenamiento que ayuden a gestionar la intermitencia de estas fuentes.

Con una capacidad de almacenamiento adecuada, las plantas solares y eólicas podrán suministrar energía de manera más estable y confiable, lo que mejorará la competitividad del sector energético mexicano.

Las disposiciones también reconocen el papel fundamental que los SAE pueden desempeñar en la prestación de servicios auxiliares al SEN, como la regulación de frecuencia y voltaje. Estos servicios son esenciales para garantizar la estabilidad de la red eléctrica, especialmente en un contexto en el que las energías renovables intermitentes juegan un papel cada vez más importante en la matriz energética del país. La posibilidad de que los SAE ofrezcan estos servicios representa una oportunidad significativa para los actores del mercado, que podrán monetizar su capacidad de almacenamiento mediante la venta de estos servicios en el MEM.

A pesar de las oportunidades que ofrece el almacenamiento de energía, México enfrenta varios desafíos para avanzar en este ámbito. Uno de los principales obstáculos es la actualización de la infraestructura eléctrica existente para permitir la integración de los SAE.

Las redes de transmisión y distribución del SEN deberán ser modernizadas para gestionar de manera eficiente los flujos bidireccionales de energía que resultan de la inyección y retiro de energía por parte de los SAE.

Otro desafío importante es la falta de financiamiento para proyectos de almacenamiento de energía. A pesar de las claras ventajas que ofrecen estos sistemas, su costo inicial sigue siendo elevado, lo que puede desincentivar a algunos inversores.

Sin embargo, se espera que la implementación de incentivos y mecanismos de financiamiento adecuados, como tarifas reguladas para los servicios que ofrecen los SAE, pueda ayudar a mitigar estos obstáculos y fomentar la inversión, conforme a diversas recomendaciones de organismos internacionales en la materia para la implementación de políticas de almacenamiento efectivas.

En comparación con otros países, México todavía tiene un largo camino por recorrer en términos de almacenamiento de energía.

Sistema de almacenamiento de energía en baterías (BESS). IImagen de archivo de Castillo Engineering

Países como Estados Unidos, Alemania y España han avanzado significativamente en la implementación de SAE a gran escala.

En California, por ejemplo, las baterías de gran capacidad ya están siendo utilizadas para gestionar la demanda energética durante las horas pico, lo que permite una mayor integración de las energías renovables y mejora la estabilidad del sistema eléctrico.

Alemania, por su parte, ha sido pionera en la integración de baterías a pequeña y gran escala, lo que ha permitido estabilizar su red eléctrica a pesar de la alta penetración de energía solar y eólica.
En España, el almacenamiento de energía ha jugado un papel crucial en la gestión de la variabilidad de las energías renovables, permitiendo a las plantas solares y eólicas operar de manera más eficiente y garantizando un suministro más constante de electricidad.

Para estar a la altura de estos países, México deberá acelerar la implementación de las disposiciones recién publicadas y fomentar la inversión en infraestructura de almacenamiento de energía. El desarrollo de un mercado robusto de SAE es esencial para garantizar que el país pueda aprovechar al máximo su potencial en energías renovables y cumplir con sus compromisos internacionales en materia de cambio climático.

Por lo anterior, las Disposiciones Administrativas de Carácter General para la Integración de Sistemas de Almacenamiento de Energía Eléctrica al Sistema Eléctrico Nacional representan un paso decisivo para el desarrollo del almacenamiento de energía en México. Al proporcionar un marco regulatorio, estas disposiciones facilitan la inversión en proyectos de almacenamiento y sientan las bases para una mayor penetración de energías renovables en el SEN.

El almacenamiento de energía no solo es esencial para gestionar la intermitencia de fuentes como la solar y la eólica, sino que también ofrece oportunidades para mejorar la eficiencia y confiabilidad del sistema eléctrico. Sin embargo, para aprovechar plenamente estas oportunidades, será necesario superar varios desafíos, incluyendo la actualización de la infraestructura eléctrica y el acceso al financiamiento para proyectos de almacenamiento.

A medida que México avanza en su transición energética, el almacenamiento de energía jugará un papel cada vez más importante en garantizar un suministro eléctrico sostenible, confiable y accesible. Las nuevas disposiciones ofrecen un camino claro para el desarrollo de esta tecnología en el país, pero el éxito dependerá de la capacidad del sector público y privado para trabajar juntos y avanzar en la implementación de estas soluciones.

Con la correcta ejecución de estas disposiciones y un enfoque estratégico hacia el desarrollo de almacenamiento de energía, México está en posición de convertirse en un líder regional en la transición energética, aprovechando sus abundantes recursos renovables y creando un sistema eléctrico más resiliente y competitivo.»

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