20 de febrero: Día mundial de la Justicia Social. Energías renovables una de las vertientes para conquistarla

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La justicia social está amenazada por el cambio climático al acentuar las desigualdades sociales, económicas, ambientales y de salud. En el marco del Día Mundial de la Justicia Social, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y celebrado cada 20 de febrero, Para The Climate Reality Project América Latina los empleos verdes son una alternativa para impulsar la justicia social y el cuidado del medio ambiente.

Binomio virtuoso que llegó para quedarse: Sistemas de Salud y sistemas aislados fotovoltaicos. Fotografía: Gobierno de Neuquén, Argentina

La justicia social tiene como base que los países cumplan con objetivos fundamentales como el respeto a los derechos humanos, trabajo y vivienda digna, igualdad de oportunidades, erradicación de la pobreza, acceso igualitario a la educación, salud y alimentación, con la finalidad de lograr un equilibrio y bienestar social. Sin embargo, el cambio climático altera los ecosistemas y pone en riesgo la vida en la Tierra, perjudica principalmente a productores locales y comunidades vulnerables, que son la primera línea en sufrir sus efectos; además, genera problemas como migración, costo de vida, amenaza la seguridad alimentaria y la estabilidad económica. Según el informe Global Risk Report 2023 publicado por el Foro Económico Mundial, el costo de vida, migración y la seguridad alimentaria, a causa de la erosión del suelo son los principales riesgos económicos a los que se enfrenta nuestra región a corto plazo y por consiguiente la incapacidad para mitigar y adaptarse al cambio climático, lo serán a largo plazo.

En la misma línea, la justicia social está estrechamente relacionada con la seguridad alimentaria porque promueve el acceso igualitario de los alimentos, su correcta distribución y busca garantizar su disponibilidad en el futuro. No obstante, sin cambios significativos en las políticas y en la inversión, los impactos del cambio climático acelerarán la pérdida de biodiversidad, pondrán en riesgo la seguridad alimentaria, amenazarán los medios para subsistir y limitará aún más los avances necesarios para evitar la mitigación forzada. De acuerdo con el Banco Mundial, con el volumen de cosechas que se pierde debido a la variabilidad de las lluvias, se podría alimentar a 81 millones de personas al año, esto equivale a la suma de la población de Colombia, Perú y Bolivia.

Beca ‘Power Woman’. Red Mujeres en Energía Renovable y Eficiencia Energética. Foto de archivo: REDMEREE

Natalia Lever, directora de The Climate Reality Project América Latina: “El clima y el desarrollo humano deben ser las principales preocupaciones de los líderes mundiales ya que seis de los 10 riesgos más severos a nivel global en los siguientes 10 años están directamente relacionados con la protección del medio ambiente. Hoy, el costo de vida es el principal reto que enfrentan nuestras comunidades, y se verá reflejado en la crisis de suministro de energía, inflación y la crisis de suministro de alimentos. La acción climática es la única alternativa para enfrentar estos desafíos.”

En América Latina, las pérdidas de ingresos que provocan las sequías son cuatro veces mayores que las de una inundación; algunos países de la región como Brasil, México, Guatemala, Honduras, Perú y Chile han atravesado recientemente las peores sequías de su historia.

Una posible solución para impulsar la justicia social son los empleos verdes, cuyo objetivo es cuidar y preservar el medio ambiente en todas sus áreas y procesos. Asimismo, son una alternativa para incluir a las comunidades vulnerables al mercado laboral y brindarles mayores oportunidades de desarrollo. Algunos de sus beneficios son que están enfocados en reducir las emisiones de contaminantes, protegen a los ecosistemas, utilizan los recursos de forma responsable y se apoyan de tecnología verde como las energías renovables para crear empleos. Para 2030, se crearán 24 millones de trabajos nuevos a nivel global, siempre que se adopten e implementen prácticas sostenibles, de acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Mujeres colocando paneles solares en sus viviendas. Am Timan, Chad, África. Foto: Cooperación Financiera Internacional

Foto de archivo de la Cooperación Financiera Internacional

En este sentido, la región es clave para promover la justicia social y el cuidado del medio ambiente, prueba de esto es que en América Latina hay al menos cuatro países que destacan en la creación de empleos verdes: en primer lugar, Brasil con aproximadamente 1 millón 158 mil empleos verdes, en segundo lugar, México con 56,000, en tercer lugar, Ecuador con 44,000 empleos verdes, finalmente, Argentina con 15,000 empleos, en sectores de biocombustibles, energía solar y reconversión de buses, según la OIT.

Es necesario que los países realicen inversiones resilientes centradas en soluciones que aborden múltiples riesgos como restaurar la biodiversidad en los suelos mediante la agricultura regenerativa, invertir en infraestructura de sistema de riego sostenible e impulsar el desarrollo de oportunidades de empleos verdes, así como intervenciones encaminadas en mejorar la gobernanza de la migración laboral y la protección de los trabajadores que migran como consecuencia del cambio climático.

Si quieres conocer más sobre justicia social, cambio climático así como sus posibles soluciones, solicita una plática gratuita en las redes sociales de @ClimateLatino en Facebook, Twitter e Instagram.

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