Evolución de la tecnología en almacenamiento de energía

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Alcanzar metas más exigentes en materia de generación y penetración de energías renovables es uno de los mayores objetivos globales. Según el último informe publicado por BloombergNEF, se espera que, al 2050, casi la mitad de la energía que se genere provenga de fuentes renovables, mientras que la hidroelectricidad, la energía nuclear y otras fuentes limpias inyectarán otro 21 por ciento. Por su parte, el estudio proyecta que los combustibles fósiles caerán del actual 37 por ciento a ser usado solo en un 12 por ciento llegada esa fecha.

Estas métricas son muy esperanzadoras para disminuir el actual problema del calentamiento global, pero, para cumplirlas, se hace necesario seguir desarrollando y masificando el uso de sistemas complementarios que permitan la disponibilidad permanente de energía renovable cuando los horarios de cada fuente (eólica o solar) no sean capaces de cumplir con los kWh necesarios, como es el caso de las baterías de almacenamiento -entre otras opciones-.

Dada su facilidad, flexibilidad y rapidez en tiempo de implementación (de nueve a 12 meses), el desarrollo de estos sistemas (que no son mayores al tamaño de un container) está bastante acelerado, siendo hoy utilizado no sólo en el rubro industrial, sino que también para apoyar el suministro de energía en complejos residenciales.

Raúl Tejeda, gerente de Operaciones del área de Ingeniería de Black & Veatch: “Aún queda un gran camino por recorrer dado que, actualmente, estas baterías no superan las cuatro horas de disponibilidad de energía, por lo que seguimos trabajando incesantemente para lograr robustecer cada vez más estos sistemas y hacerlos más competitivos.”

Otro de los factores que ha sido cómplice del acelerado crecimiento e implementación de estos mecanismos de almacenamiento es la baja en costos que ha evidenciado la industria.

Tejeda: “En detalle, durante el 2010, 1 kWh de energía limpia costaba alrededor de $1.500/kWh. Hoy este mismo KwH tiene un costo aproximado de $150/kWh, y se espera que, para 2030, tenga un valor aproximado de $75/kWh. Esta importante disminución hoy está haciendo viable muchos proyectos que anteriormente, por el factor económico, eran impensables.”

Otro de los beneficios que presentan las baterías de almacenamiento es que son escalables, es decir, en caso de requerir más capacidad de generación eléctrica, pueden instalarse varias juntas y cubrir con la demanda requerida.

No obstante, y a pesar de ‘sonar simple’, la ingeniería implementada para construir estos sistemas requiere de un conocimiento avanzado que pocos proveedores han logrado desarrollar. En este sentido, Black & Veatch es una de las empresas que ha ganado gran posicionamiento en la industria gracias a las innovaciones desarrolladas en la materia. La compañía ha participado en más de 49 GW en proyectos fotovoltaicos a nivel mundial, así como en más de 56 GW en lo referente a generación eólica realizando diversas funciones: desde ingeniería independiente para apoyar el financiamiento de los proyectos, hasta la contratación en formato llave en mano (EPC).

Raúl Tejeda: “Finalmente la pregunta es si estos sistemas de almacenamiento de energía reemplazarán a la generación convencional de energía renovable, y la respuesta es no, pero sí es uno de los pilares más potentes que hoy apoya, flexibiliza y está permitiendo masificar el uso de energías limpias en distintos sectores productivos y residenciales gracias a la ampliación de disponibilidad de energía en horarios punta requeridos.”

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