Chile, Gabriel Boric y la energía del país Latinoamericano

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La nación latinoamericana vive hoy una coyuntura política y social excepcional debido al triunfo electoral del actual diputado Gabriel Boric quien ocupará el máximo cargo de elección popular: Jefe del Poder Ejecutivo de Chile.

Durante su campaña presidencial, Gabriel abordó en diferentes momentos el tema de la Transición Energética, siendo uno de sus mensajes más replicados en la plataforma de tuiter, el siguiente:

De la cuenta de tuiter de Gabriel Boric

Entre otras medidas para la descarbonización, Boric propone, primero, incorporar sistemas de almacenamiento en distintas etapas desde la generación al consumo, en fuentes de generación variable con baja capacidad de regulación, pasando por transmisión para evitar congestiones y vertimiento de energías renovables. También en distribución y demanda, en la medida que permitan flexibilizar operacionalmente el sistema.

Segundo, una participación activa de la demanda en el sistema, por ejemplo, mediante el mecanismo de carga interrumpida, principalmente de los grandes consumidores, incentivando que instalen almacenamiento u otros mecanismos de gestión.

Su propuesta contempla la descentralización de la generación, que promoverá con generación residencial, y dar un impulso al hidrógeno verde.

Actualmente, la capacidad instalada neta de energías limpias asciende a 30 por ciento (8.033 MW), con casi un 99,6 por ciento conectado al Sistema Eléctrico Nacional.

De acuerdo con un par de cifras oficiales del actual gobierno, el país que aloja a gran parte de la Cordillera de los Andes tiene una cobertura eléctrica que llega casi al 100 por ciento de su población, y la generación de energía contribuye con el 70 por ciento de las emisiones de Gases Efecto Invernadero.

Para el aún diputado por la región de Magallanes, el acceso al agua potable es un Derecho Humano incuestionable que habrá de ser garantizado.

En el capítulo dos de su propuesta de programa de gobierno se expresa: ‘Establecer condiciones que materialicen el agua como bien nacional de uso público, bien común o bien colectivo, según lo establezca la Convención Constitucional.’

¿Dónde estaba Chile hace cuatro años en materia energética, según la conceptualización de Patricia Marcos?

Hoy recuperamos en Pv magazine México, la entrevista que el equipo del Banco Mundial realizó a Patricia Marcos, experta en temas energéticos de América Latina y, sobre todo en asuntos del sector de su país.

Aquí el texto integro de aquella publicación del organismo multilateral que en retrospectiva nos revela la evolución energética de Chile y que, sin duda, habrá de ser retomada por el nuevo gobierno de Gabriel Boric, bajo su perspectiva ideológica definida como de ‘centroizquierda o socialdemocracia’, posición que ha asumido desde sus primeros años de lucha social, cuando el diputado junto a sus compañeros universitarios se manifestaba en plena plaza pública, justo frente al emblemático e histórico Palacio de Gobierno de La Moneda.

Palacio de la Moneda. Foto: Consejo de Monumentos Nacionales de Chile

Pregunta. ¿Qué relación existe entre pobreza y energía?

Respuesta. Existe una relación muy importante entre vulnerabilidad energética y pobreza, que va más allá del acceso al servicio eléctrico. Casi medio millón de hogares chilenos (15,7 por ciento de la población) invierte más del 10 por ciento de sus ingresos en calefacción, iluminación y cocción de alimentos.

Este gasto supone dejar de cubrir otras necesidades básicas, y expone a estos hogares, al usar medios energéticos de baja calidad como queroseno, parafina o leña para calentarse, a contaminar el interior de sus casas y aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias, en particular en ancianos y niños pequeños. Estudios estiman que, en invierno, el 94 por ciento de los hogares chilenos tienen una temperatura por debajo de los 20 grados Celsius. Y según estadísticas de la Comisión Nacional de la Energía, el 24 por ciento de la energía en Chile se produce a partir de la quema de madera, sobre todo para la calefacción y la cocción. Ante esta situación, en 2015 el gobierno de Chile desarrolló la Política de Uso de la Leña y sus Derivados, que busca mejorar la forma en que estos productos se desarrollan, comercializan y consumen.

Para luchar contra la vulnerabilidad energética, un primer paso fue la aprobación de la Ley de Equidad Tarifaria en 2016, cuyo objetivo es nivelar las tarifas de distribución para los usuarios residenciales más vulnerables del sistema. Además, en su Política Energética 2050, Chile estableció como meta que, al 2035, el 100 por ciento de viviendas de familias vulnerables tengan acceso continuo y de calidad a servicios energéticos.

P. ¿Cuáles son los principales desafíos que Chile enfrenta en el sector energía?

R. Chile ha venido trabajando en los últimos años para abordar los desafíos clave para el sector como el aumento de la seguridad de suministro, la competencia y la asequibilidad en el tema de energía. Esto se ha logrado a través de reformas, por ejemplo, en las subastas para las licitaciones, en la transmisión de los servicios eléctricos y también en la equidad tarifaria. Sin embargo, aún existen retos estructurales, como los cambios en el sistema regulador, la intermitencia de las energías renovables y las consecuencias del cambio climático.

Uno de los principales desafíos es dar seguimiento a los objetivos y lineamientos estipulados en la Política Energética 2050, que busca el desarrollo energético sostenible del país. Asegurar el cumplimiento de sus metas a corto, mediano y largo plazo e impulsar a Chile en la planificación y operación del sistema eléctrico es crucial. En este marco, Chile ha mostrado un gran compromiso en posibles intercambios bilaterales de electricidad con países como Perú y Argentina.

Otro problema es el marco regulatorio para la distribución de electricidad. Chile aún necesita hacer reformas importantes para poder aprovechar las oportunidades que brindan los cambios tecnológicos como las redes inteligentes y así mejorar su eficiencia energética. En la actualidad, el consumo per cápita de energía en Chile es el doble del promedio de América Latina y la intensidad energética de las últimas dos décadas es casi el doble del promedio de los países de la OCDE.

La 1.ª planta de reciclaje del mundo que funcionó al 100 % con paneles solares está en Chile. Foto: TRITEC-Intervento

P. ¿Cómo le va al resto de la región? ¿Qué desafíos existen en países como Argentina, Colombia o México?

R. Los principales retos a los que se enfrenta el sector energético en América Latina y el Caribe son varios, pero podemos mencionar los siguientes:

• Gran aumento de los niveles de urbanización y concentración económica, y su consecuente impacto en el suministro de energía y en la calidad del aire;

• Aparición de nuevas tecnologías disruptivas (energías renovables, sistemas y redes inteligentes, infraestructura de medición, sistemas almacenamiento y otros), que impulsarían la rápida transformación del modelo actual de prestación del servicio de energía y que requieren mayor conocimiento técnico;

• Cambios en los patrones de los mercados energéticos mundiales (como el exceso de oferta de petróleo) con implicaciones para la seguridad energética, el comercio y el costo de la energía;

• Aumento del impacto del cambio climático en el suministro de energía y la seguridad energética (como la hidrología, daños a la infraestructura energética por condiciones climáticas extremas, etc.), y los compromisos políticos para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero;

• Aumento de las restricciones financieras. El financiamiento de infraestructuras energéticas seguirá siendo un reto, y serán necesarios instrumentos de financiamiento innovadores como garantías, seguros climáticos, etc. para abordar los nuevos retos de carácter multidimensional.

Chile ha tomado la iniciativa, conjuntamente con otros países como Colombia o México, de abordar los nuevos escenarios a los que deberá enfrentarse el mercado energético. Por ejemplo, algunas de las principales prioridades de la Agenda Energética 2014-2018 son: reducir los precios de la electricidad (que en la licitación de suministro de 2017 han caído un 75 por ciento respecto al 2013), mejorar la competencia al ampliar el número de generadores en el mercado, y apoyar el desarrollo de una industria de energías renovables fuerte, aumentando así la competitividad.

P. ¿Es realmente posible lograr que el 70 por ciento del consumo de energía en Chile provenga de fuentes renovables antes del 2050?

R. La capacidad instalada de ERNC alcanzó el 16 por ciento a junio de 2017, y se espera que alcance para finales de este año el objetivo del 20% establecido para 2025, es decir, ocho años antes a lo establecido en la Ley de Energías Renovables. Este importante antecedente pone a Chile en la dirección correcta para lograr el 70 por ciento del suministro con energías renovables.

Además, Chile es el primer país de Sudamérica en implementar un impuesto sobre el carbono, que se aplicará en 2018. El Banco Mundial, a través de la Alianza de Preparación para los Mercados de Carbono (PMR en inglés), ha apoyado al Gobierno de Chile mediante el diseño de sistemas de medición, reporte y verificación, entre otros.

Imagen: meteocontrol

Imagen: meteocontrol

P. ¿Qué papel desempeña la energía geotérmica, recurso abundante en Chile?

R. La única planta geotérmica existente en Sudamérica se encuentra operativa en Chile desde abril de 2017 con una capacidad de 48 MW. A más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, Cerro Pabellón es la planta más alta del mundo. El país tiene un gran potencial geotérmico, pero su desarrollo aún es escaso debido principalmente a barreras financieras, económicas y regulatorias, y, recientemente, a los bajos precios obtenidos en las licitaciones de suministro.

En este sentido, el Banco Mundial está apoyando a Chile a través de una asistencia técnica de tres millones de dólares del Fondo de Tecnología Limpia (CTF en inglés) que busca optimizar el marco político, fortalecer la capacidad de gestión para movilizar las inversiones en energía geotérmica, y mejorar las condiciones de mercado para promover el desarrollo del sector geotérmico.

Además, el Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético (ESMAP por sus siglas en inglés), también está apoyando esta asistencia técnica a través de una donación de 500 mil dólares que tiene como principal objetivo ayudar en la identificación de barreras y posibles soluciones para promover la energía geotérmica en Chile.

Otro aspecto clave de la asistencia del Banco Mundial es el desarrollo de la Mesa de Geotermia que reúne al sector público y la industria geotérmica y que tiene como principales objetivos: estimar el costo de la energía geotérmica en Chile; analizar el impacto de la energía geotérmica en el sector eléctrico; e identificar potenciales políticas públicas que promuevan el desarrollo geotérmico.

Documento del Banco Mundial

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