La fotovoltaica inicia surcos en la agroindustria y tiende redes en los mares

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Jorge Luis Fernández, Director en Pera Energías Renovables

Imagen de Pera Energías

“Más que una atracción académica, intelectual y de negocios es una convicción personal y colectiva que flota en el ambiente: Hacer algo positivo por nuestro planeta.”

Es el sentir de Jorge Luis Fernández, quien hace diez años, al concluir sus estudios como ingeniero eléctrico encontró en la generación a través de celdas fotovoltaico algo apasionante: “Mi interés por la generación de energía limpia llegó antes de iniciar mis estudios universitarios, y al concluir mi estancia en la Universidad Autónoma de Guadalajara, decidí realizar mi tesis de grado en ‘Sistemas Fotovoltaicos Interconectados a la Red Eléctrica’(SFIR, por sus siglas en español), documento publicado en el 2014.”

Jorge Luis nació en Oakland, California, pero es totalmente mexicano, pues sus progenitores emigraron a los Estados Unidos para conquistar mejores niveles de vida, pero él ya reside de manera permanente en México.

Nuestro entrevistado decidió ubicarse en la región de ‘Los Altos de Jalisco’, zona 100% agropecuaria en la cual destaca la producción de huevo y cerdo, y ahí encontró las condiciones necesarias para desplegar sus conocimientos en sistemas fotovoltaicos.

La necesidad de generación de energía in situ en esa zona, le hicieron identificar la oportunidad: “Desde el 2014, tuve mis primeros acercamientos con los SFIR de la Comisión Federal de Electricidad la CFE, contacto gracias al apoyo del ministerio de Agricultura y Ganadería de México, del Banco Mundial y de la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable la GIZ. Al conocer que la energía eléctrica es proporcionada por CFE, esta circunstancia me hizo ver que la Generación Distribuida (GD) posibilitaba a los productores de la zona el acceso de la energía de una manera más fácil e inmediata.”

Proyecto: Agro núcleo Tepatitlán. Foto: Pera Energías Renovables

Imagen de archivo de Pera Energías Renovables

Debido a la GD, los negocios agropecuarios encuentran nuevo impulso para su desarrollo. Los empresarios consolidan sus procesos de producción, introducen sistemas automatizados, generan mayor producción tanto para el mercado nacional y algunos empresarios empiezan a exportar sus productos.

Jorge Luis es director de Pera Energías Renovables, empresa que ha participado en la instalación de 2.5 MW bajo el esquema de GD. Ha participado en iniciativas agrícolas en Jalisco, Nayarit y Sinaloa, en este último estado, ha sido convocado para instalar sistemas solares para el sector pesquero. En muchos de estos proyectos, el apoyo del Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO) del ministerio de Agricultura y Ganadería, ha sido fundamental.

“En años anteriores antes de hablar propiamente de GD, nos referíamos a esquemas SFIR de generación de hasta 60 kWp. En aquellos tiempos era lo máximo, eran los proyectos que uno buscaba licitar. Para ser proveedor de FIRCO era necesario pasar una rigurosa inspección de habilidades profesionales por medio de la Asociación de Normalización y Certificación, este certificado de competencias laborales se renueva cada dos años y nos sentimos orgullosos de tenerlo vigente para ser proveedores en la agroindustrial.”

Para concluir, Jorge Luis nos ofrece su testimonio de lo que hoy ocurre en el sector: “Fue un buen momento para la industria el periodo 2013-2018, ahora las cosas son muy diferentes con el actual gobierno y esperamos que la GD siga sin afectaciones ya que es el principal motor de esta industria de los alimentos en México.”

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