Investigadores de Taiwán proponen un sistema de incentivos basado en el mercado para ayudar a los propietarios a pasar de utilizar sus tejados para viviendas ilegales a la generación de energía solar desde ellos.
El fabricante taiwanés Winaico ha desarrollado nuevos paneles solares TOPCon de 525 W con una eficiencia de conversión de potencia del 22,1% y un coeficiente de temperatura de -0,30% por grado centígrado.
Científicos de los Países Bajos han evaluado cómo los llamados techos verdeazulados pueden ayudar a reducir la temperatura de funcionamiento de los paneles fotovoltaicos en los techos y han descubierto que proporcionan un efecto de enfriamiento significativo.
Las empresas surcoreanas Posco y East-West Power están desarrollando una nueva solución solar fotovoltaica integrada en edificios. El nuevo producto utiliza un acero galvanizado especial como cara posterior del panel que, según Posco, dura entre cinco y diez veces más que el acero estándar.
Un grupo de investigación británico-chino diseñó una bomba de calor de doble fuente (DSHP) que recupera el calor residual del aire de escape junto con la absorción del calor del aire exterior.
Científicos de la India han propuesto utilizar módulos solares al final de su ciclo de vida como material de construcción de pequeñas viviendas de bajo costo. Dado que actualmente el reciclaje de módulos solares no es viable económicamente, los investigadores afirman que su planteamiento convierte los paneles solares convencionales en productos BIPV sin necesidad de modificaciones.
Wood Mackenzie espera 270 GW de nueva capacidad fotovoltaica mundial en 2023, un 33% más que el año anterior. Sin embargo, se prevé que la tasa de crecimiento anual caiga al 1% en 2024 y aumente nuevamente en un 5% en 2025.
Científicos coreanos han construido una fachada de diodos emisores de luz (LED) que puede utilizarse en combinación con la fotovoltaica integrada en edificios, con una pérdida mínima de energía causada por el sombreado.
Un grupo de investigación de Estados Unidos ha desarrollado un proceso para recuperar el plomo en su forma metálica y poder reutilizarlo en la industria fotovoltaica. El proceso se basa en una solución de lixiviación a base de una combinación de ácido acético (CH3COOH) y peróxido de hidrógeno (H2O2) que, según los investigadores, lixivia el plomo “en cuestión de minutos”.
Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina describen una nueva metodología como herramienta para evaluar el valor de aplazar, reubicar o abandonar proyectos fotovoltaicos en desarrollo en condiciones de mercado inciertas.
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