EE. UU.: Expertos jurídicos desmienten catorce afirmaciones falsas sobre la energía solar, eólica y los vehículos eléctricos

Al principio, mucha gente ignoraba lo que podía hacer la energía solar; la energía solar se veía como un experimento científico espacial de moda. Luego, cuando la energía solar empezó a crecer y la tecnología maduró, se rieron de lo pequeño que era el volumen que se instalaba frente a los enormes volúmenes de carbón, gas y petróleo que se extraían a diario.

Ahora, la energía solar y, más recientemente, el almacenamiento de energía, se están instalando más que ninguna otra fuente de energía, y la oposición a veces adopta la forma de difusión de información errónea por parte de fuentes centralizadas y financiadas con combustibles fósiles, con el fin de afectar a la aceptabilidad local de la energía solar. Y ha surtido efecto.

El Centro Sabin para el Cambio Climático de la Facultad de Derecho de Columbia recopiló catorce afirmaciones falsas sobre la energía solar en su documento Rebutting 33 False Claims About Solar, Wind, and Electric Vehicles (Refutando 33 afirmaciones falsas sobre vehículos solares, eólicos y eléctricos).

Entre su trabajo previo sobre el clima, la facultad de derecho ha lanzado la Iniciativa de Defensa Legal de la Energía Renovable en 2019, así como ha publicado debates sobre la legislación que podría frenar el despliegue de las energías renovables.

La lista de afirmaciones falsas sobre la energía solar refutadas fueron:

1. Los campos electromagnéticos de las granjas solares son perjudiciales para la salud humana.
2. Los metales pesados tóxicos, como el plomo y el cadmio, se filtran de los paneles solares y suponen una amenaza para la salud humana.
3. Los paneles solares generan demasiados residuos y saturarán nuestros vertederos.
4. La tala de árboles para construir paneles solares anula cualquier beneficio para el cambio climático.
5. La energía solar es peor para el clima que la quema de combustibles fósiles.
6. Los proyectos solares dañan la biodiversidad.
7. Los proyectos solares reducirán la producción agrícola, perjudicando a los agricultores y a las comunidades rurales.
8. El desarrollo de la energía solar destruirá puestos de trabajo en Estados Unidos.
9. La dependencia de la energía solar hará que Estados Unidos dependa de China y otros países.
10. Los parques solares destruyen el valor de las viviendas cercanas.
11. La energía solar es más cara que los combustibles fósiles y depende totalmente de las subvenciones.
12. Los paneles solares no funcionan en climas fríos o nublados.
13. La energía solar no es fiable y requiere un respaldo del 100% de combustibles fósiles.
14. No disponemos de recursos minerales suficientes para desarrollar la energía solar a gran escala.

Aunque la energía solar es muy popular, de hecho es la fuente de electricidad más popular en Estados Unidos, hay matices dentro de esta popularidad. La energía solar instalada en tejados es la más popular, pero está encontrando oposición a medida que supera las 20 hectáreas. Y aunque las energías renovables y limpias en sí también son muy populares, existen campañas de desinformación financiadas por la industria de los combustibles fósiles que pueden alterar significativamente la opinión popular.

El informe del Centro Sabin no examina los orígenes de las afirmaciones falsas, ni las motivaciones de quienes las difunden. Cada una de las catorce afirmaciones fue contestada individualmente, creando respuestas completamente desarrolladas que a veces repiten información de otras refutaciones.

Por ejemplo, al refutar la falsa afirmación Nº 10, según la cual los huertos solares destruyen el valor de las viviendas cercanas, los analistas demostraron que muy pocas personas verían afectado el valor de sus viviendas por la proximidad de la energía solar, y las que lo notaran experimentarían un pequeño cambio de valor. También descubrieron que algunos podrían experimentar un aumento del valor de la propiedad.

La investigación demostró que, en el estado de Indiana, “las propiedades situadas a 400 metros de granjas solares se vendieron un 1,92% más de media que las propiedades comparables que no estaban situadas cerca de ninguna granja solar”. También descubrieron que “las viviendas situadas en un radio de 0,8 km de huertas solares experimentaron reducciones de precio del 1,5%, en comparación con las propiedades situadas a una distancia de 3,2 a 6,4 km; sin embargo, las viviendas situadas a más de 1,6 km de una huerta solar no experimentaron ningún efecto estadísticamente significativo en su precio”.

Un tercer estudio señalaba que a menos de 1,6 km, en las zonas suburbanas, podía producirse un descenso del 1,7% en el valor de la propiedad, pero en las zonas rurales, esta diferencia de precios desaparecía.

El análisis también señalaba que “la presencia de una central eléctrica alimentada con combustibles fósiles a menos de 3,2 km de la vivienda disminuía su valor entre un 4% y un 7%, con los mayores descensos en un radio de 1,6 km y para las centrales de gran capacidad”.

Aunque la desinformación abunda en el país, y casi todas las grandes instalaciones solares reciben algún rechazo, también es cierto que el volumen de instalaciones solares que se están desplegando con éxito supera con creces a los detractores. Por ejemplo, la capacidad desplegada creció más de un 50%, y la capacidad solar en las colas ha superado y se mantiene por encima de los 1.000 GW.

Sin embargo, también es cierto que la energía solar a gran escala ha visto caer un poco su popularidad. Aunque hace tiempo que muchos de estos tópicos se han desacreditado como falsos, el informe se ha redactado para ayudar a “cultivar opiniones equilibradas e informadas”, sobre todo entre los residentes de comunidades que contemplan proyectos de energías renovables a gran escala.