En Europa, los sistemas fotovoltaicos de propiedad colectiva mejoran el rendimiento de las comunidades energéticas

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Una nueva iniciativa europea de investigación ha estudiado el impacto que la normativa tiene en las comunidades de energía solar. Los investigadores han evaluado dos tipos de comunidades: una en la que los prosumidores comparten la energía sobrante creada en sus propios tejados, y otra en la que los consumidores comparten la energía generada por la fotovoltaica de propiedad colectiva.

“Dado el creciente interés por las comunidades energéticas en toda Europa, hemos evaluado cómo afectan las tarifas eléctricas reguladas, los precios de la energía, el potencial solar y el acuerdo de reparto de la energía a los beneficios y el ahorro de costos derivados del reparto de la energía”, declaró el profesor Vladimir Gjorgievski a pv magazine. “Aunque gran parte de la bibliografía sobre el uso compartido de la energía se ha centrado en las normas internas, se ha prestado menos atención al papel de los factores externos. Este estudio pretende colmar esta laguna”.

Los investigadores analizaron el impacto que la exención de las tasas reguladas podría tener en dos tipos de comunidades energéticas de 39 países europeos. Descubrieron que las comunidades que se basan en sistemas fotovoltaicos de propiedad colectiva consiguen mayores ahorros.

El grupo de investigación utilizó los datos de irradiación solar SARAH-2 para tener en cuenta las distintas capacidades de generación fotovoltaica de las comunidades. Incorporaron los precios medios de la electricidad doméstica de la base de datos de Eurostat para 2021. El análisis se realizó en condiciones de escenario optimista (OS), asumiendo todas las exenciones potenciales, y escenario pesimista (PS), asumiendo ninguna.

El uso compartido de energía comunitaria entre prosumidores dio como resultado una factura media un 3,8% inferior que en los escenarios sin fotovoltaica, en todos los países, en condiciones optimistas. Cuando se compartía la producción de un generador fotovoltaico colectivo, la reducción de la tarifa era también más significativa, del 9,27%.

“En el segundo acuerdo, cuando los prosumidores comparten la energía de un generador fotovoltaico colectivo, la magnitud de su ahorro de costos es mayor, pero también depende más del entorno fiscal”, explicó el grupo de investigación. “Como la cantidad de energía compartida en este acuerdo es mucho mayor que en el anterior, la aplicación de tarifas reguladas repercute más notablemente en el ahorro de costos”.

Para la comunidad de prosumidores, la exención de los cargos de red tiene el impacto más significativo, ya que reduce la factura en un 1,42%. La exención del IVA la disminuye un 0,68%, y los demás impuestos en conjunto la reducen un 0,59%. En el segundo régimen, las desgravaciones tienen una influencia mucho más sustancial, del 8,1%, el 3,86% y el 3,36%, respectivamente.

“Los resultados indican que la irradiación solar no es el único factor que determina el ahorro de costos, y que hay países en regiones con alto potencial solar que tienen un ahorro menor que sus vecinos, y viceversa”, señalan los académicos. “El ahorro puede ser proporcional a ambos factores, lo que significa que el mayor ahorro lo obtienen las comunidades de zonas con alto potencial solar, que también están exentas de pagar tarifas reguladas relativamente altas”.

Los investigadores también han realizado un análisis de los incrementos de los costos de energía y suministro, hasta el punto de multiplicar por dos o por seis los precios de 2021. Han comprobado que en la comunidad de prosumidores, a medida que aumentan los costos de la energía y el suministro, el beneficio de evitar las tasas reguladas es menor. Ello se debe a que el ahorro de costos más significativo en esta modalidad procede del autoconsumo, una cantidad que no se ve afectada por la modificación de las tarifas reguladas.

Sin embargo, en el caso de la segunda comunidad, el impacto de las tarifas reguladas en el ahorro de costos es mucho más notable a medida que suben los precios.

“Para evitar la resistencia de las partes interesadas, se sugirió introducir la regulación del uso compartido de la energía cuando los costos energéticos y de suministro son elevados, ya que durante este periodo los miembros de la comunidad pueden beneficiarse mucho del autoconsumo y del uso compartido de la energía, aunque paguen la mayor parte de los cargos regulados”, señalaron los académicos.

Describen los resultados en un artículo en Energy titulado “Energy sharing in European renewable energy communities: Impacto de las tasas reguladas” (El reparto de la energía en las comunidades europeas de energías renovables: Impacto de las tasas reguladas). Los investigadores -de la Universidad de Skopje (Macedonia del Norte), la Academia de Ciencias y Artes de Macedonia, el Centro Internacional para el Desarrollo Sostenible de la Energía y la Universidad Politécnica de Turín (Italia)- también han estudiado las pautas geográficas en todo el continente europeo.

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