Se detectan problemas a largo plazo en los paneles solares almacenados

De pv magazine 03/25

Los promotores solares suelen adquirir los módulos almacenados en depósito de dos maneras: Los compran en almacenes o almacenan ellos mismos los productos, quizá después de comprarlos por adelantado y sufrir retrasos en el proyecto.

Las inspecciones minuciosas de los almacenes durante el almacenamiento y antes del traslado a los emplazamientos de los proyectos son vitales. Los compradores deben evaluar la calidad de los módulos, las condiciones de almacenamiento y la exactitud del inventario.

Pasos de la inspección

La inspección visual permite identificar daños externos, evaluar las condiciones del embalaje y garantizar que los módulos se almacenan de acuerdo con las directrices del fabricante. Puede detectarse una manipulación incorrecta, indicada por palés rotos, esquinas aplastadas o envoltorios rasgados.

Las evaluaciones de las condiciones de los palés y el almacenamiento implican la comprobación del control climático, los niveles de humedad, la disposición de las pilas y otros factores para verificar que los módulos se almacenan en un entorno seguro y controlado.

Pueden realizarse pruebas de electroluminiscencia (EL) en una muestra de los módulos para una evaluación más detallada. Este método de prueba se combina con una inspección visual detallada de los módulos y ayuda a identificar defectos o daños en los paneles que pueden no ser evidentes a primera vista.

Esto es especialmente importante en el caso de los módulos adquiridos en almacenes de calidad de fabricación desconocida, ya que esta inspección ofrece la oportunidad de identificar defectos de fabricación, además de daños de transporte y manipulación. Las pruebas EL también son importantes para identificar microfisuras, ya que éstas pueden afectar negativamente al rendimiento del panel con el paso del tiempo y acabar comprometiendo la integridad del módulo.

La verificación del inventario es otro aspecto crítico de las inspecciones de almacenes, sobre todo para los promotores que utilizan el almacenamiento en almacén para cumplir los requisitos fiscales de «puerto seguro», que les protegerían contra sanciones fiscales. La verificación del inventario confirma que todos los palés previstos están presentes y que los números de serie coinciden con los registros del proveedor. Verificar la exactitud del inventario ayuda a los promotores a mantener la documentación adecuada y garantiza que no se han extraviado o intercambiado módulos durante el almacenamiento.

Verificación en persona

Los operarios de almacén pueden facilitar a los promotores información sobre las condiciones de almacenamiento, pero no siempre es exacta. A algunos promotores les han dicho que sus módulos estaban almacenados en condiciones de clima controlado, según las directrices del fabricante, pero los inspectores los han encontrado en un espacio no regulado, expuestos a alta humedad o temperaturas extremas, o mal apilados.

Las inspecciones periódicas en persona garantizan que los módulos se almacenan según lo prometido y permiten a los promotores resolver los problemas antes de enviar los paneles al lugar del proyecto. Los módulos que han permanecido intactos en un almacén suelen correr menos riesgos que los que se mueven con frecuencia. En algunos casos, el personal del almacén puede desplazar los módulos para hacer sitio a nuevas existencias, exponiéndolos a posibles daños.

Si los módulos se mueven repetidamente con carretillas elevadoras o se recolocan de forma que no se sigan las directrices de apilamiento, su integridad estructural puede verse comprometida. Los promotores que almacenen módulos durante periodos prolongados deben programar inspecciones periódicas -normalmente cada seis meses o un año- para asegurarse de que su inventario se mantiene en buen estado, independientemente de que se haya alterado o no mientras tanto.

Por último, supervisar el proceso de carga de los contenedores para enviar los módulos desde un almacén a la obra puede detectar problemas adicionales. En un proyecto reciente, el CEA observó el proceso de carga en un almacén y se sorprendió al ver que se utilizaba un procedimiento de carga distinto para cada contenedor; ninguno de ellos coincidía con las directrices del fabricante.

Cuando los módulos se cargan de forma incorrecta en un contenedor de transporte o en un camión, sufren daños debido a las vibraciones causadas en el proceso de transporte y pueden incluso desplazarse en un camión si no están bien sujetos.

Almacenamiento en el exterior

Hay quien considera el almacenamiento de los módulos al aire libre como una medida de ahorro de costos, pero se desaconseja encarecidamente. Aunque el embalaje de los paneles está diseñado para soportar el tránsito y la manipulación a corto plazo, no está pensado para una exposición prolongada a los elementos.

Uno de los mayores riesgos del almacenamiento al aire libre es la exposición a la humedad. La humedad, la lluvia o la condensación pueden filtrarse en el embalaje y provocar corrosión y daños por agua. Los conectores fotovoltaicos sin tapa son especialmente vulnerables. La exposición prolongada al sol puede debilitar los materiales de embalaje, haciendo que los módulos sean más vulnerables a la contaminación o la rotura.

En algunos casos, las zonas de almacenamiento desprotegidas pueden atraer roedores o insectos que pueden anidar en los embalajes y causar daños adicionales. Muchos fabricantes prohíben explícitamente el almacenamiento en el exterior. El incumplimiento de estas directrices puede anular las garantías.

Protecciones contractuales

Al comprar paneles almacenados en almacenes, los promotores deben asegurarse de que los contratos describen explícitamente sus derechos a inspeccionar y notificar defectos. El contrato debe especificar un plazo claro en el que los compradores puedan realizar inspecciones y documentar cualquier problema antes de tomar posesión de los módulos.

La responsabilidad durante el almacenamiento también debe estar claramente definida. Los promotores deben confirmar si ellos o el operador del almacén son responsables de los daños que se produzcan mientras los módulos están almacenados. Las condiciones de propiedad deben revisarse cuidadosamente para evitar ambigüedades.

Los contratos también deben abordar los procedimientos de carga y transporte adecuados para minimizar el riesgo de daños cuando los módulos se envían desde un almacén al lugar del proyecto. El acuerdo debe exigir a los operarios del almacén que sigan las directrices del fabricante para la carga de contenedores, incluidas las configuraciones de apilamiento, la sujeción de los palés con correas y la colocación de airbags u otros materiales de protección en las posiciones correctas.

Garantizar el cumplimiento contractual de estas normas puede evitar daños innecesarios durante el transporte. Los contratos también deben especificar quién asume la responsabilidad financiera en caso de daños imprevistos, como un incendio en el almacén o un fallo estructural. Los promotores deben confirmar que su proveedor o proveedor de almacén cuenta con la cobertura de seguro adecuada para proteger el inventario.

Claire Kearns-McCoy es directora de ingeniería de CEA. Tiene una amplia experiencia en inspecciones de campo de módulos y análisis de pruebas de imagen EL.

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