A 5 años, el rescate de la CFE se ha vuelto un hecho consumado

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Manuel Bartlett Díaz, director general de la Comisión Federal de Electricidad, acudió a la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados a la glosa del quinto informe del presidente de la República.

Destacó que en cinco años, con el respaldo del presidente López Obrador, se logró detener el plan que pretendía desaparecer a la Comisión Federal de Electricidad –con la destacada entrega sin límites de sus más de 90 mil trabajadores y trabajadoras, que se distinguen por su sentido de pertenencia y su actitud de servicio público.

Rescate de la capacidad de generación, distribución y transmisión eléctrica

La CFE, al terminar esta administración, generará 54% de la electricidad de México, gracias a un novedoso programa de inversión y financiamiento. Emprendió un programa de construcción e inversión sin precedentes en una sola administración, que aportará casi 9,000 MW:

En vez de licitaciones con intermediarios, se convocó directamente a fabricantes de equipos y se diseñó un modelo de autofinanciamiento con bajas tasas de interés: mientras que en el esquema PIDIREGAS de gobiernos anteriores se pagaban tasas de 25% en promedio, ahora se paga solo entre 1 y 8.5%.

• Se construyen 5 ciclos combinados – Mérida, Riviera Maya, San Luis Río Colorado, Tuxpan y González Ortega – y una nueva unidad aeroderivada en Baja California; todos financiados con la reinversión de utilidades de CFEnergía y la Fibra E. Agregarán en conjunto más de 4,400 MW.

• Mediante el aprovechamiento de un mercado secundario de plantas y equipamiento ya construido, se financian proyectos de corto plazo. 7 termoeléctricas que aportarán 3,000 MW y ya tienen un avance global de 80%: Manzanillo III, Lerdo, San Luis Potosí, El Sauz, Salamanca, Mexicali Oriente y Altar (Parque Industrial) – estas dos últimas están prácticamente concluidas.

• Se ejecutan 22 proyectos de energías limpias, que aportarán 1,500 MW de fuentes renovables. Destaca el proyecto fotovoltaico más importante de América Latina, en Puerto Peñasco, así como la renovación y ampliación de la vida útil de las centrales hidroeléctricas.

El gobierno federal, por su parte, acordó con Iberdrola la adquisición de 13 centrales de generación. La Secretaría de Hacienda elabora el modelo operativo.

Entre 2018 y 2023 se han agregado 2,600 kilómetros a la Red Nacional de Transmisión. Se construyen 608 kilómetros de líneas en el norte – centro y 755 kilómetros en la costa del Pacífico, para desahogar la energía de regiones congestionadas por la inexistente planificación de gobiernos anteriores.

En Distribución se programaron 1,189 obras, equivalentes a 16 subestaciones, 34 líneas y 2,180 kilómetros de cableado.

Rescate de la capacidad de suministro y venta de gas natural

Una de las primeras acciones fue un replanteamiento de la relación con las empresas transportistas de gas natural. Tras llegar a acuerdos satisfactorios en 5 gasoductos, se obtuvieron tarifas niveladas y competitivas cuyos ahorros, de acuerdo con cifras de la Auditoría Superior de la Federación, ascienden a 4,342 millones de dólares.

La CFE concretó alianzas estratégicas con operadores internacionales, entre las cuales destacan:

• Con TransCanada (TC Energía), una alianza para desarrollar una extensión del gasoducto Marino que llevará gas natural a la Península de Yucatán. CFE, al finalizar el contrato, será propietaria del 49% de la extensión del gasoducto marino y 15% del sistema unificado. Sus beneficios económicos serán de 3,077 millones de dólares por ahorros tarifarios y servicios adicionales.

• Con New Fortress Energy, se llegó a un acuerdo para suministrar gas natural mediante gasoducto marino a una planta de licuefacción en Altamira, Tamaulipas, desde donde se exportará a los mercados internacionales. CFE tendrá ingresos de más de 5 mil millones de dólares durante la vigencia del contrato y 10% de las ganancias.

Con este modelo de gestión de combustibles y alianzas estratégicas, se han generado ahorros por 8,480 millones de dólares.

Finanzas sanas y apoyo a la inversión

Al inicio de este gobierno, la CFE tenía ingresos propios de medio billón de pesos, que se han elevado en 40% anualizados.

Entre septiembre de 2022 y junio de 2023, las plantas de la CFE aportaron al sistema eléctrico 114,700 GWh – un volumen 6.5% superior al generado en el año previo: la empresa está lista para atender con suficiencia a todos los inversionistas que ha traído el nearshoring.

Además, la CFE ha trabajado de la mano con los gobiernos locales: apoyó al Bajío con proyectos para corredores industriales, a Yucatán con una planta solar para el transporte público, a Nuevo León con la tramitación de permisos para la megaplanta de Tesla, a Tamaulipas con cuatro polos de desarrollo, a Hidalgo con inversiones acereras y a Puebla en el corredor Ciudad Modelo.

Tarifas y acciones con sentido social

La CFE, como una empresa de servicio público y de acuerdo con una instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, no ha elevado las tarifas eléctricas. En general, el comportamiento tarifario es 9% inferior a la inflación, que registra un alza acumulada de 27% desde noviembre de 2018.

Las tarifas se mantuvieron a pesar de una pandemia global, tormentas invernales sin precedentes en Texas y la guerra en Ucrania. Esos factores, en otros países o aquí, en otros tiempos, hubieran significado aumentos desproporcionados – se vio, por ejemplo, en España y Texas. En México no sucedió; la CFE por su parte asumió el costo de 115 mil millones de pesos, en vez de trasladarlos a sus clientes.

CFE está aprovechando la fibra óptica en su infraestructura para transportar datos e Internet. Ha iluminado el 75% de 245 rutas de fibra óptica, que significan 81,500 sitios con Internet público gratuito. Ha instalado 1,570 torres de telecomunicaciones, que brindan cobertura a 2,300 localidades, en beneficio de más de medio millón de habitantes.

Continúa también al servicio de la población tras desastres naturales, como demostró tras la llegada del huracán Otis al Puerto de Acapulco. En tan solo 8 días restableció el servicio eléctrico y, por instrucción presidencial, no cobrará la energía en los próximos 4 meses a la zona dañada.

Destruyó 117 estructuras de alta y media tensión, 30 subestaciones eléctricas y más de 12,000 postes. La CFE emprendió la reconstrucción de inmediato, con el apoyo de 2,650 trabajadores, 280 grúas, 875 vehículos, 150 plantas de emergencia, 38 torres de iluminación, 7 helicópteros y más de 7,500 toneladas de material.

Ahora iniciará la reconstrucción definitiva y las tareas de obra mayor y mantenimiento, con un costo de más de 2,600 millones de pesos.

Palabras finales: en defensa de la soberanía energética de México

Antes de cerrar su participación, el director general advirtió que los embates contra la CFE siguen vigentes: la reforma energética de 2013 sigue viva, al igual que los intereses oligárquicos y sus ambiciones.

La reforma eléctrica no buscaba establecer un sistema de mercado, sino un gobierno oligárquico. Los resultados están a la vista:

• Sociedades de autoabasto que impusieron monopolios privados donde se atendía a más de 77,000 socios simulados, que en realidad eran clientes comprando electricidad en un mercado negro, sin pagar por el uso de las redes.

• Productores Independientes de Energía, que además de tener sus ventas aseguradas a la CFE por 25 años, no le entregan el 100% de la energía comprometida en su contrato, pero sí lo cobran – y además, inventan supuestos excedentes que comercializan como autoabastos. Han provocado una afectación económica de 66 mil millones de pesos.

Quienes repiten calumnias como que la CFE es una empresa que solo pierde recursos, no puede con el sistema eléctrico o ha aumentado las tarifas, apuntó, solo hacen el caldo gordo a los intereses extranjeros cuyo objetivo es apoderarse del Sistema Eléctrico Nacional para hacer de él un sistema de dominio sobre México, en vez de un sostén de nuestra soberanía energética.

Para cerrar su participación, el director general recordó el caso de Acapulco, donde tras el paso de Otis, sin electricidad, no funcionaba nada: ni las casas, ni los hospitales, ni el agua potable, ni la comunicación. De la electricidad depende todo, por eso CFE es la empresa más importante de México: “hay que cuidarla y hay que tener conciencia de que esta presión permanente por su desaparición es un propósito colonialista, por poner en manos de intereses ajenos a los mexicanos lo que más les interesa”, enfatizó.

La CFE una empresa pública invaluable para México. Mantener las tarifas bajas, de acuerdo con la instrucción presidencial, contuvo la inflación en el país. Resolver emergencias de suministro, al costo que sea para la CFE, siempre costará menos a la economía del país que el daño de un tiempo extenso sin servicio. Y aun así, la CFE hoy tiene 40% más que el billón de pesos con que contaba al inicio de este gobierno.

Su primera línea de defensa será el personal de la empresa, pero también la defenderán sus dueños: “126 millones de mexicanos que tienen en esta empresa su más importante patrimonio material, pero también la manifestación más inequívoca de soberanía nacional. Al pueblo de México se debe la CFE y, por tanto, siempre con el pueblo contará”, concluyó el director general, Manuel Bartlett Díaz.